DIARIO DE VIAJE: A Sicilia
Día Siete (02.04.2022)
… De camino paramos en Acireale. Dimos una vuelta, desganadamente. La ciudad aparecía absolutamente desierta. En sus calles y plazas, nadie. Ciudad desangelada, inhóspita, pero no porque fuera fea, ni mucho menos; tenía una gran plaza, límpida y ordenada con el Duomo al fondo, sino porque parecía inanimada. Era la hora de comer algo y teníamos tiempo para hacerlo. No ayudaba a elegir el hecho de que no había ni restaurantes a la vista ni gente en la calle. Finalmente, nos decidimos por una terraza muy grande (vacía), en la plaza del Duomo, pedimos una tabla de quesos y unas cervezas. Comimos despaciosa y placenteramente y propuse a Carmen que nos fotografiáramos (no juntos), a modo de despedida. Eso hicimos.
Después, un pequeño trayecto hasta Catania, donde dormiríamos esa noche. Tomamos la habitación que teníamos reservada, pero eso lo contaré mañana…
La Fotografía: Una de las fotografías que me hizo Carmen. Hay otra, que tengo revelada, pero he preferido esta, sencillamente porque el fuerte contraste es más ilustrativo de mi estado de ánimo, que tampoco es que fuera fúnebre, ni mucho menos. Tan solo era triste. La que yo hice a Carmen, apareció en el diario del día seis de este mes.