LOS DÍAS (6)
Miércoles, trece de abril de dos mil veintidós.
Hoy, como todos los días, mi perrito y yo nos hemos levantado (dormimos en la misma cama), en torno a las ocho, nos hemos desperezado, desayunado y en torno a las nueve nos hemos ido a pasear por un campo cualquiera de los alrededores.
Anoche vino a casa, a cenar una pizza que trajo consigo, mi amigo Ángel. Nos pusimos ciegos de pizza los tres (quizá a Charlie le dejamos un poco menos, pero nos lo agradeció igual frotándose contra nosotros).
Mientras, vimos un partido del Real Madrid, del que somos muy aficionados (Charlie, también, pero es por la pizza). Somos del Madrid porque sí, porque es un equipo catalogado como de derechas (nosotros también, pero eso sí, por reacción al dogmatismo doctrinario de la izquierda, porque en realidad, lo que somos, es sumamente liberales) y porque es el equipo de las buenas maneras, de la elegancia y de la épica. Del buen fútbol, no siempre. También nosotros somos gente elegante, incluido Charlie, naturalmente.
La Fotografía: Cientos de millones de aficionados a realizar fotografías habrían tomado una de esta perfecta tela de araña que se encontraran en un camino, paseando, con el móvil que llevaran en el bolsillo. Yo también.
No sé si el mundo está aquejado de una crisis irreversible o tan solo yo. Me temo que la respuesta es esta última.