26 MAYO 2022

DIGRESIÓN CUATRO. Doraibu mai (Drive My Car) Japón 2021. Guion: Ryûsuke Hamaguchi, Takamasa Oe (Relato de Haruky Murakami). Dirección: Ryûsuke Hamaguchi. Intérpretes: Hidetoshi Nishijima, Tôko Miura, Reika Kirishima, Sonia Yuan, Satoko Abe, Masaki Okada, Perry Dizon, Ahn Hwitae.
Drama sentimental, o, mejor dicho, trágico en parte por la muerte de la esposa de Yusuke Kafuku, mujer joven y esplendorosa, en pleno apogeo de su vida personal y artística, y que es el desencadenante de todo el desarrollo posterior (Murakami acentúa en su relato la imposibilidad de la plena comunicación en la pareja). La obra se bifurca en tres direcciones principales: la vida de pareja de Kafuku, actor y director teatral; la preparación de la representación de la obra Tío Vania, de Chejov, que dirigirá y finalmente también interpretará; y una floreciente historia de amor entre el viudo y la conductora de su coche, la joven Misaki. Este aspecto, esencial para hilvanar toda la historia no lo desarrolla el relato original de Murakami, se queda antes de llegar ahí. Es cosa de los guionistas de la película y, por cierto, está espléndidamente construido y desarrollado. Cada uno de los planos en los que se desdobla esta portentosa película está contado con un pulso cinematográfico ajustado, perfecto. Conjuga gran belleza, sutileza, hondura, incomunicación, silencios y una necesidad conmovedora de amar y ser amados de todos sus personajes. Descubre o, mejor dicho, señala, dónde pueden encontrarse los secretos y necesidades de los personajes y las grietas y vacíos que los atormentan, pero al mismo tiempo, la narración es indulgente con todos ellos y señala su grandeza. Uno de los aspectos que más disfruté de la película, y no solo el proceso de construcción de una representación de una obra teatral, sumamente interesante, fue que hacia todos los protagonistas sentí una gran empatía. Me gustaban, eran seres humanos vibrantes, sensibles y honestos. Todos los críticos han mostrado un acuerdo absoluto de calificarla como obra maestra (yo también); salvo Boyero, que la ha dicho que es larga (aburrida), carente de interés e ineptitud de su director (a mí me pareció todo lo contrario).