14 JUNIO 2022

© 2022 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2022
Localizacion
Calanda, Teruel (España)
Soporte de imagen
-DIGITAL 800
Fecha de diario
2022-06-14
Referencia
333

DIARIO DE VIAJE: A Teruel
Día 3.3 Miércoles (18.05.2022)

… Mi deambular por la provincia de Teruel empezó a ser un poco atolondrado (siempre me ocurre, antes o después pierdo concentración y comienzo a desorientarme en todos los sentidos); porque, poco después de Escucha, inesperadamente, me encontré con un cartel de carretera que informaba que me encontraba increíblemente cerca de Calanda, uno de los pueblos que tenía previsto visitar. Lo que me sorprendió fue que no busqué yo el pueblo, sino que fue el pueblo el que me encontró a mí.  Bueno -me dije- me viene bien, me detendré, comeré y luego, después de visitar el Centro Luis Buñuel (lo único que me interesaba de esa localidad), continuaré hasta Valderrobres.
Entré en Calanda (ese pueblo debería llamarse Buñuel), a las dos. Aparqué en una calle cualquiera y me dije, voy a la plaza que allí habrá algún restaurante. Mientras callejeaba empezó a inquietarme el silencio y la quietud absoluta. Calles desiertas, sin coches, sin gente, nadie por ningún lado. En la plaza, dos o tres bares (no restaurantes) con amplias terrazas y todas las mesas vacías. Di una vuelta un poco más amplia y seguí sin ver restaurantes ni ser viviente alguno. Mi zozobra crecía, me pesaba el silencio y la ausencia de los tres mil setecientos cincuenta y tres calandinos, que no aparecían por ningún sitio. La comida del mediodía, que no solía ser importante para mí, se convirtió en una necesidad urgente, imperiosa, por no poder hacerlo. Volví a los bares de la plaza, entré en uno y pregunté si tenían algo de comer, me dijeron que no, pregunté ya presa de un ataque de ansiedad, qué dónde había un restaurante; el tipo, de mala gana, me dijo que en la carretera; le pregunté que cómo llegaba y me dio unas indicaciones con muy mala sombra ya que acabé en una urbanización a las afueras, a la que llegué andando, pero sin ninguna carretera por ningún lado. Ya no me cabía ninguna duda, sin darme cuenta me había adentrado en una película de Buñuel, El ángel exterminador (los invitados a una fiesta no pueden salir de la casa donde la celebraban), o El discreto encanto de la burguesía, donde los burgueses caminan sin sentido por una carretera, yo lo hacía en Calanda, presa del mismo desasosiego…
“La imaginación es libre: el hombre, no”. Luis Buñuel
La Fotografía: Junto al restaurante “El deseado” (el nombre es mío), un grafiti con la imagen de Don Luis. La ciudad se lo debe, eso y mucho más. Buñuel la ha puesto en el mapa del mundo.

Pepe Fuentes ·