20 JULIO 2022

LAS SOLEMNIDADES XVII
Jueves,16 de junio de 2022. Toledo. Ciudad Imperial.
(parcialmente nublado, pero caluroso)
… Este cura joven mira atentamente algo o a alguien. Tiene una mirada límpida y curiosa, al menos en la fotografía su mirada es así.
El policía mira en sentido contrario. Ambos son guardianes de algunos valores inalienables de la sociedad.
Uno de la ley humana y el otro de la divina (del Dios local, en otras partes los dioses son otros).
La verdad es que no se me ocurre mucho más que decir sobre esta fotografía,
y tampoco del motivo que me viene ocupando y me ocupará los días siguientes (este preámbulo lo escribí ayer).
Hoy: Acabo de regresar de pasear a mi Covid (a Charlie no, esta semana no está conmigo y lo echo de menos).
Por la senda ribereña me he encontrado con dos mujeres, a una la conozco, pasea a su perro como yo a Charlie y a veces coincidimos.
Hemos charlado animadamente un rato. Por edad podría pretenderla porque está bien, es una mujer atractiva.
Pero no me nace deseo alguno.
Con otra me he cruzado, no la había visto nunca; alta, delgada, muy morena además de bronceada, labios gruesos ferozmente pintados de rojo.
Nada más verla me he dicho que con ese cuerpo, estilizado y fibroso, podrían crecerme el deseo enseguida;
pero antes de que me haya podido darme cuenta se había perdido en dirección contraria a la mía; no obstante, nos hemos saludado sonrientes.
He vuelto a mi casa, me he hecho un test de Covid y casi he dado negativo. Mañana estaré limpio del todo, me he dicho, para animarme.
Luego, he abierto el ordenador y me he encontrado con la foto de este cura, y se me han quitado las ganas de hacer nada…
Si pienso en cómo será su vida, todo el día rezando, me aburro estrepitosamente y me dan ganas de desesperarme hasta el desaliento…