LOS MICROVIAJES: Aranjuez (2)
(martes, diez de enero de 2023)
… Después de la tímida incursión en el Jardín de la Isla, me dirigí al Palacio y entré. No se veían otros visitantes que amenazaran mi tranquilidad de cuerpo y espíritu.
Nada más acceder a la majestuosa escalera de acceso me di cuenta de que mi acierto al decidir visitar el Palacio Real era total. No me expliqué haber tardado tanto en llegar, pero bueno, ninguna pena por eso porque allí estaba.
Pasé un buen rato en el gran espacio de acceso, con la doble escalinata en el centro. Después inicié la visita por las dependencias que me pareció que se sucedían en un plano curvado o girando de un punto a otro. Lo primero que me encontré fue el infalible cartelito de prohibido fotografiar. Estúpida decisión por parte del Patrimonio Nacional que supongo que han hecho extensible a todos los edificios monumentales que administran.
Fui pasando por salas y dependencias, generalmente sobrias y decoración contenida, a pesar de algún exceso que otro de mobiliario rococó. Es de resaltar la excelente pinacoteca que por sí sola merecía sobradamente la visita.
Como dependencias singulares cuenta con el comedor de gala, la sala del trono, el dormitorio de la reina o el salón de baile. La tan celebrada sala de porcelana, no me gustó especialmente por excesiva, rayana en un sofisticado mal gusto.
Pero, no voy a entrar a detallar cada una de las salas; no es objeto de este diario (todo está en internet) …
La Fotografía: Majestuoso, aunque sencillo, de líneas diáfanas y airoso espacio. No hay ostentación ni elementos que recargaran la decoración. Se nota la austeridad de los Austrias, aunque tamizado por la sobria elegancia renacentista.