COLECCIÓN DE MISCELÁNEAS
Jueves, veintiséis de enero de 2023
VEINTISIETE: Al parecer, decía Oscar Wilde, que no existen más que dos reglas para escribir: “tener algo que decir y decirlo”.
El problema es cuando te has creado la necesidad de decir, pero no tienes qué (como hoy).
Me consuelo diciéndome: eso no te pasa a ti desde que decidiste escribir a diario, y de eso hace ya seis mil novecientos días. Ahora no me explico cómo lo he conseguido, supongo que siendo el tipo que escribe más coñazo del mundo. Debo repetirme hasta el vómito porque mi vida no ofrece ninguna textura digna de ser contada. Soy el hombre más anodino del mundo.
Para los tres días que me quedan del mes, antes del último, dedicado al epílogo mensual, había pensado continuar con el Diario analógico, que me está gustando bastante, pero tres días no me cuadra con ningún tema en los que había pensado, muy ambiciosos: la felicidad; la soledad, la risa, la tristeza…, en fin, temas “importantes”, aunque verdaderamente no sepa de ninguno de ellos, pero eso es lo de menos porque lo importante es escribir.
“Escribir es intentar saber qué escribiríamos si escribiéramos” Marguerite Duras
Claro, yo, ahora, a priori, no tengo ni idea de lo que sé o no sé sobre la felicidad, por ejemplo; solo puedo llegar a saberlo sin decido escribir sobre ella.
Parece frívolo, pero no, es tremendamente transcendente. Si escribo, sé escribir; si no, no. Así de sencillo, escribir es lo más fácil del mundo. Deducción: todo el mundo puede escribir, quien no lo haga es porque no quiere, no porque no sepa.
Hasta yo escribo cada día ¡¡¡Prodigioso!!!
“Sólo buscando las palabras se encuentran los pensamientos”. Joseph Joubert
Tal vez sea porque es lo que más me gusta. Esta mañana me ha llamado mi amiga Carmen, y como siempre, lo primero que me pregunta: -cómo estás tú-
A lo que la he contestado: -feliz, porque estoy escribiendo-
No voy a tentar a la suerte y lo voy a dejar por hoy, no vaya a ser que me quede en blanco, lo estoy viendo venir… y, de pronto, deje de respirar.
«Es posible que escriba demasiado, aunque para mí es normal. Es una adicción». Charles Bukowski
La Fotografía: Libros, donde históricamente han estado depositados todos los escritos del mundo; ahora ya no. Pero son tan bonitos, solo para verlos, porque para leer mucho mejor los dispositivos.