18 MARZO 2023

© 2023 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2023
Localizacion
Madrid. Museo del Prado (Los amantes de Teruel, de Muñoz Degrain)
Soporte de imagen
DIGITAL 500
Fecha de diario
2023-03-18
Referencia
7313

MONÓLOGOS SOBRE ARTE
Capítulo diecisiete: Museo del Prado
Miércoles, ocho de Marzo de dos mil veintitrés

Muy cerca de la obra que traje ayer, se encontraba la de hoy: Los amantes de Teruel, de Muñoz Degrain, con la que me pasó exactamente igual, que me impresionó, ambas lo hicieron, vivamente.
En el siglo XIII, en Teruel, los amantes, Isabel de Segura y Juan de Marcilla, no consiguieron casarse por el insalvable impedimento que impuso el padre de ella por la falta de riqueza suficiente de él. Juan de Marcilla partió en busca de fortuna. Prometieron esperarse durante cinco años. El mismo día que se cumplía el plazo, Isabel de Segura se casó con un comerciante por imposición de su padre. El día de la boda regresó Juan de Marcilla:
Esa noche, Juan logró entrar sin ser visto a la recámara en que los esposos dormían, y suavemente la despertó, rogándole «Bésame, que me muero», y ella le respondió dolida: «Quiera Dios que yo falte a mi marido; por la pasión de Jesucristo os suplico que busquéis a otra, que de mí no hagáis cuenta, pues si a Dios no ha complacido, tampoco me complace a mí». Él dijo otra vez: «Bésame, que me muero». Repuso ella: «No quiero». Entonces él cayó muerto (…). Ella: Acordó ir a besarlo antes de que lo enterrasen; se fue a la iglesia del señor San Pedro, que allí lo tenían. Las mujeres honradas se levantaron por ella. Ella no se preocupó de otra cosa más que de ir hacia el muerto. Le descubrió la cara apartando la mortaja, y lo besó tan fuerte que allí murió…” (Wikipedia)
Maravillosa historia de amor trágico.
La Fotografía: La recreación del momento cumbre de la tragedia por parte de Muñoz Degrain (1884). Fue premiada en la Exposición Nacional de ese mismo año. Vista parcial que fotografié cuando la dichosa vigilante se alejó (me tenía frito).
El pintor, a caballo entre los dos siglos y en plena eclosión del romanticismo, fue esencialmente un paisajista; aunque también trabajó la pintura de historia. A continuación, incluyo un texto sobre la obra que yo, naturalmente, no podría mejorar: …esta bellísima pintura supuso, sin embargo, además de una de las más grandes cumbres del género, una importante novedad estética en la pintura de historia, interpretada por este artista con la exuberancia expresionista de la materia pictórica y la exaltada visión de su colorido, rebosante de la luz mediterránea, aunque contenido aquí en su dibujo por las exigencias descriptivas de este tipo de argumentos. La escena, tomada desde un punto de vista oblicuo al espectador para acentuar su profundidad espacial, aparece fuertemente iluminada en su primer término, en el que se destacan con claridad los protagonistas de la composición, centrándose en ellos toda la intensidad dramática de su trágico final, arrebatadoramente sugerentes y rebosantes de un romanticismo verdadero e intemporal…”. (Texto extractado de Díez, J. L.: El siglo XIX en el Prado).

Pepe Fuentes ·