COLECCIÓN DE MISCELÁNEAS
VEINTINUEVE: Sentí un fuerte golpe intuitivo al encontrarme en Audible con Las Malas, de Camila Sosa Villada. No conocía a esta autora, de nada. Ya he abandonado los suplementos y páginas culturales de la prensa, mis guías de referencia de siempre. Ahora voy por libre, dejándome llevar por el azar y los flechazos. Es lo que me ocurrió con esta maravillosa novela, cautivadora, electrizante, hipnótica, irrepetible. Es de una fuerza arrebatadora, tanto en la historia que cuenta como en el lenguaje empleado. Valiente y llameante, no se autocensura en ningún momento, describe y cuenta su mundo con crudeza, como ella lo vivió en su edad temprana.
Supongo que tiene componentes o partes autobiográficas, no lo sé, en una autora de esta envergadura, da igual que sea cierto y vivido o no, porque la historia suena a verdad, a avasalladora verdad y ahí radica su grandeza.
Cuenta Camila sobre sí misma:
Hace 31 años mis viejos tuvieron un hijo […] Armaba muñecos, robots, a escondidas me pintaba con los maquillajes de mi vieja. Me enamoraba en secreto de mis compañeros de banco, de mis profesores. Fui un niño que conoció muchas tristezas de golpe (…) Hoy estoy partida en este pasado, con ese hombre que fui y que estoy orgullosa de haber sido, aun cuando sabía para siempre que en algún momento iba a terminar enfundándome en un vestido y subida a un par de tacos altos (…) Lo que me resta de vida, seguramente lo viviré como Camila. Pero de ningún modo habré de borrar de mi registro a ese pibe que se la pasaba solo en los recreos mirando cómo los demás tenían tan servido el banquete. El pibe que no podía llorar, que no podía pedir ayuda, que no podía hacer una mierda consigo mismo”.
“Empecé a travestirme a los 16 años en un pueblo de 5000 habitantes. Sé muy bien lo que era ser travesti en un pueblo así hace 20 años. Era doblemente tremendo…”
Sobre Las Malas (Sinopsis de La Casa del Libro):
“Cuando llegó a Córdoba capital para estudiar en la universidad, Camila Sosa Villada fue una noche, muerta de miedo, a espiar a las travestis del Parque Sarmiento y encontró su primer lugar de pertenencia en el mundo. Las malas es un rito de iniciación, un cuento de hadas y de terror, un retrato de grupo, un manifiesto explosivo, una visita guiada a la imaginación de su autora y una crónica distinta a todas. Convergen en su ADN las dos facetas trans que más repelen y aterran a la sociedad bienpensante: la furia travesti y la fiesta de ser travesti”.
Camila compatibilizaba el travestismo y la prostitución con sus estudios universitarios.
Ha escrito novela, teatro, ensayo, poesía; y, por si fuera poco, ha actuado en teatro, cine y televisión.
Grandísima artista, e imponente mujer por su atractivo y su carisma.
La Fotografía: Sería obvio y fácil que hoy trajera al diario una imagen capturada en Internet de Camila (hay muchas), pero jamás hago eso. Sin embargo, si traigo un retrato realizado por mí, a una travesti amiga, de hace unos años.