DIARIO ANALÓGICO
LOS OTROS 7.2 (en pareja)
Lunes, quince de Mayo de 2023
… El pasado fin de semana lo he pasado con una amiga. Eso no es frecuente en mi vida de ahora. Tampoco lo será en el futuro. He podido comprobar que no es lo que necesito. Yo, ahora, apenas si necesito nada. Bueno sí, que Mi Charlie se cure (y yo también).
Todo está bien para nosotros, salvo nuestras respectivas enfermedades.
Esta es la entrada número catorce de este capítulo y me siento agotado con el empeño. Creo que la continuación la dejaré para más adelante, porque tengo más personajes y menos ganas (otro día hablaré de las ganas).
“Los amores son como los imperios: cuando desaparece la idea sobre la cual han sido construidos, perecen ellos también”. Milan Kundera
La pareja de la que estoy hablando entre ayer y hoy, en los años que tuvimos relación, a mí me parecía que gozaban de un gran estatus, así, en general, que no es que fuera imperial, como dice Kundera, pero sí más que desahogado. Creo que han sido los amigos más ricos que he tenido a lo largo de mi vida. Bien es verdad que el mundo de gentes adineradas no ha sido nunca mi ambiente natural. Yo, solo he frecuentado ambientes pobretones, un paleto de mierda es lo que he sido siempre. Ni he llamado a la puerta de ricos, ni ellos me han invitado nunca a tomar el té en sus salones. Eso no me ha hecho infeliz en absoluto. Es más, mis padres servían uniformados a ricos, luego la lógica natural de la sociedad dice que cada uno debe estar en el ambiente que le es propio. Y así ha sido.
Ahora, la pareja de la que estoy hablando, bueno, matrimonio, a fin de cuentas, no sé si lo siguen siendo, o se han divorciado, o se han olvidado el uno del otro. Da igual, ese detalle carece de importancia.
La Fotografía: A esta mujer, esposa del hombre de ayer, la aprecié bastante en aquellos años. Mantuvimos una saludable y provechosa amistad (ella, como su marido, era generosa). Luego, acabó, como todo. Dejamos de vernos y felicitarnos en nuestros respectivos cumpleaños, convención social que mantuvimos a lo largo de años. Espero y deseo que le vaya muy bien en su vida. Ya no nos veremos. Es un gran alivio que el paso del tiempo, por sí solo, vaya aligerando la agenda social. Alguna ventaja tiene que tener quedarse tanto tiempo aquí.