LOS DÍAS 33
Jueves, dieciocho de Mayo de 2023
¡¡¡Pues sí que he empezado bien el día!!! Sin ni siquiera desayunar me he acercado al consultorio médico de mi barrio a llevar una muestra de orina y a que me extrajeran sangre. Analizarán ambas sustancias de mi doliente cuerpo. Delante de mí una fila de diez o doce personas, todas viejas, todas feas, todas pobremente vestidas. Yo también. Obviamente, éramos gente de barrio bajo con notoria escasez de todo tipo de recursos, especialmente culturales y de vestuario. Ninguno creo que tuviéramos un fondo de armario mínimamente decente, y mucho menos, estudios. Predominaban los gordos por abandono a la incierta suerte de sus macilentos cuerpos sin esperanza. Todos, parecía, que teníamos problemas de salud; pero, sobre todo, de calidad de vida ¡¡¡vaya mierda!!!
Por supuesto no he hablado con nadie y nadie conmigo.
Ayer también pretendí asistir a una consulta médica (traumatología), tenía cita a las cinco de la tarde que había obtenido vía internet; cuando llegué al mostrador me dijeron que era mentira, que yo no tenía ninguna cita. Les enseñé la foto de pantalla donde lo decía claramente; pero me dijeron por segunda vez que no, que eso era mentira. Tenía dos opciones: decirles que los que mentían eran ellos o largarme. Me largué. Conmigo me llevé el dolor que me había impulsado a ir al hospital mentiroso.
Mañana iremos a la clínica de perritos con Mi Charlie y creo que me enfadaré con ellos porque no mejora y nuestro bolsillo empeora. Además, por salvar sus patitas, nos cargaremos su hígado por el excesivo tratamiento químico. Ruinoso negocio el que tenemos con esa clínica.
El lunes de la semana que viene, la consulta de traumatología frustrada ayer; el martes una colonoscopia, una inquietante experiencia entre la vida y la muerte. Y, después, en algún momento, pero pronto, el resultado de los análisis de hoy. Creo que pediré que nos ingresen en un Hospital cualquiera a Mi Charlie y a mí, y así nos evitaremos los viajes.
La Fotografía: Metafórica. Alude a una derrota. Futbolística. Por aplastamiento. Junto con mi amigo Ángel presenciamos la humillante derrota (4-0) de nuestro equipo (Real Madrid), en Manchester. El balón de la fotografía va tan rápido que apenas se distinguen las formas; pues eso les pasó a los jugadores de nuestro equipo, que el balón no lo vieron en todo el partido. A los jugadores del equipo contrario, vestidos de azul, tampoco.