LOS DÍAS 36
Lunes, veintidós de Mayo de 2023
No como, solo bebo. Tengo hambre y eso me desfonda, me hace ver y sentir como las sombras se ciernen sobre mí.
La culpa de todo la tiene la maldita Colonoscopia.
Por la mañana he ido al hospital (el del otro día) a ver a mi traumatólogo de cabecera: ahora me ha dado por pensar que todos los médicos a los que veo, que son bastantes, son de cabecera. Hasta las enfermeras lo son. Es por la idea de que los médicos son nuestros ángeles de la guarda, quienes nos cuidan y, en ese caso, mejor cerca, a la cabecera.
Me ha tratado con naturalidad de tú y eso ha hecho que sintiera una gran empatía hacia él. Detesto intensamente a todos los que me llaman de usted. A los recién nacidos no se les llama de usted, y yo no reconozco otro estadio que el de bebé. Cualquier otro tratamiento me parece desconsiderado. Yo, por proyección y consideración a los demás, llamo a todo el mundo de tu.
Obviamente, mi doctor, no estaba jubilado, pero me ha parecido un hombre de más edad que yo, o tal vez se había abandonado a su mala suerte física. Me ha reconocido buscando las causas de mi mal, que, por cierto, ya no tenía. He aprovechado el fin de semana para desprenderme del molesto dolor. No he tenido nada mejor que hacer en todo el “finde”. Que cómo lo he hecho: ni puñetera idea, pero rezar no he rezado.
Mi respetado y agradable doctor, ha elaborado un pequeño informe tan solo con el dedo índice de la mano izquierda y claro, ha tardado bastante.
Dice: dolor a nivel de adductores (ahora no). Cadera- Entesopatía anterior y lateral (troncanteritis/tendinitis glúteas).
Ya está.
Ni pastillitas ni nada me ha recetado. Me ha recomendado que si el dolor reaparecía que volviera. Le he dicho que sí, claro. Yo, encantado de volver a verlo, siento simpatía por él.
Luego he paseado un rato. He comenzado a oír una novedad editorial en audible: Literatura infantil, de Alejandro Zambra (de la edad de mi hijo), autor chileno que me encanta. Habla de su hijo, que vendría a ser como un nieto para mí y dice cosas sustanciosas y sustanciales sobre la memoria infantil, e incluso reflexiona sobre si los bebés tienen memoria de esa época. Como yo soy un bebé (lo he dicho antes), diré que sí, que los bebés guardamos a buen recaudo lo que nos pasa, yo de hecho, hasta lo escribo, por si acaso me deviniera un accidente cerebral de mala índole.
La Fotografía: Pues eso, hoy lunes por la mañana, a la enfermería.