DIARIO DE VIAJE: Al sureste
Viernes: veintiséis de mayo de dos mil veintitrés.
… La entrada al Museo era gratuita. No tenía idea de lo que me encontraría, pero no fue una sorpresa en cuanto a obra y autores, aunque sí sumamente agradable e interesante, tanto por los espacios escénicos donde se desplegaba la muestra (tres niveles o alturas) como por una eficacísima iluminación natural a partir de lucernarios inteligente y creativamente dispuestos.
En cuanto a la representación artística, estaba compuesta, fundamentalmente por obra y artistas de mediados y finales del siglo XX, con una nutrida representación del Grupo El Paso. Aunque también había obra de Miró, o de Juan Muñoz, o de Miquel Barceló…
El grupo El Paso, colectivo numeroso y diverso, homogéneo en sus planteamientos, fue esencial en la conformación de la vanguardia plástica española desde mediados del siglo XX (se fundó en 1957). En todo momento, mostraron una coherencia teórica, ideológica y artística como no se ha vuelto a dar en España, por movimiento alguno. Bueno, eso solo lo creo, porque tampoco estoy ampliamente informado. Compartieron una misma idea sobre un informalismo poético, pleno de matices expresionistas y rebeldía rupturista. Hay que contextualizar este planteamiento en una época de fuerte respuesta hacia el régimen político, otro de los aspectos vertebradores de esta generación. Lo que más me gusta de este irrepetible grupo de artistas es su expresionismo y austeridad cromática y formal.
La Fotografía: El arresto II (1972), de Rafael Canogar. Toledano como yo, es quizá el artista de mayor proyección sociológica del grupo y de más evidente significación ideológica. Esta poderosa obra de fuerte mensaje antifranquista, en ese momento necesaria, ha trascendido al tiempo porque es una creación explicita e intensa, plásticamente sugestiva e inspiradora.
¡A ver si va a resultar que con Franco creábamos mejor!