6 DICIEMBRE 2023

© 2023 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2023
Localizacion
El Campillo (Zamora)
Soporte de imagen
-DIGITAL 160
Fecha de diario
2023-12-06
Referencia
10157

DIARIO DE VIAJE: a Castilla León Oeste.
Jueves: veintiuno de Septiembre de dos mil veintitrés
Día 4 y 3

… A Villalpando, desde Valladolid, había 86 km (me volví a saltar Simancas, aunque me di una vuelta sin parar). Llegué en torno a las dos, y recorrí algunas calles y tomé una cerveza en un bar del centro. Concluí que no había nada que me retuviera allí. De ahí a Benavente (28 Km). Recorrí varias calles con el coche y me pareció que allí tampoco se me había perdido nada. Me costó localizar un restaurante para comer el previsible menú del día. Finalmente encontré un bar vacío en el que me sirvieron: lentejas y solomillo de cerdo a la plancha con patatas, olvidable y casi indigesto. Ah, y el telediario y eso fue peor todavía.
A las 3:45 salí de Benavente con intención de llegar al siguiente pueblo o más bien punto de interés: la ermita visigótica San Pedro de la Nave, situada en un pequeño pueblo llamado El Campillo (83 Km). Enseguida comenzaron los problemas con el dichoso navegador, agravado por el hecho de que en las inmediaciones de El Campillo las estrechas carreteras comunicaban pueblos minúsculos semivacíos, unido a que en algunas partes ni siquiera había cobertura. El navegador, ante tan difícil prueba para él, optó por el formato bucle que consiste en enfadarme hasta la exasperación, llevándome una y otra vez al mismo sitio y por distintas direcciones, incluidos caminos. Hasta tres veces acabamos en el mismo pueblo que, obviamente, no era el que buscábamos. Finalmente llegamos, no tanto por la habilidad tecnológica del navegador sino por mi maniático empeño.
No permanecí mucho tiempo en la Ermita, al ser pequeña tardé poco en la visita. Tenía que decidir dónde dormiría esa noche. Opté por la Puebla de Sanabria, era lo más lógico para continuar con la ruta de viaje que más o menos tenía configurada. El único inconveniente era la distancia (127 Km) y que la tarde se acabaría enseguida. Reservé hotel y me puse en camino.
Llegué anocheciendo…
Tomé la habitación y me acerqué al centro a dar un paseo. El castillo, en la parte alta del pueblo, con iluminación artificial me pareció maravilloso. Lamenté no haberme llevado la cámara. Volví sobre mis pasos hasta la parte baja del pueblo. En un mesón con terraza cubierta (hacía algo de frío), muy concurrido por gente mayor, cené estupendamente: pimientos de piquillo con anchoas y postre. Volví al hotel y me acosté.
La Fotografía:  San Pedro de la Nave, pequeña y de intensa arquitectura equilibrada y airosa a pesar de su solidez pétrea. Los templos que conozco de ese periodo histórico son todos, además de bellísimos, de una espiritualidad y sencillez emocionante. Mereció la pena el esfuerzo de la localización porque la visita resultó un placer estético indudable.

Pepe Fuentes ·