9 MARZO 2024

© 2024 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2024
Localizacion
pepe fuentes, Toledo (España)
Soporte de imagen
DIGITAL 50
Fecha de diario
2024-03-09
Referencia
10255

DIARIO DE LA NADA 6
¡Cuánto le gustaría saber lo que piensa cuando aparentemente no está pensando nada! Cuando los pensamientos no se dejan pensar. Vienen, te rozan, revolotean un instante en torno a ti y enseguida se desvanecen, se hunden en la más pura nada y solo quedan de ellos las burbujas abdominales del naufragio. Luis Landero (Absolución).
Martes, cinco de marzo de dos mil veinticuatro

El lunes tuve la impresión de que fue un día productivo ya que aproveché todo el tiempo haciendo las cosas que me gustan. No cociné porque ya lo hice el día anterior y además eso no es lo que más me apetece, aunque sea lo más interesante que puedo hacer porque además necesito comer cada día.
¿Qué hice? Escribir hasta las ocho y media (me levanté a las seis); pasear por el campo, escuchar Todo vuelve (excelente título, por cierto); en este aspecto he de decir que la historia está estupendamente leída ya que la caracterización de los personajes mediante la interpretación de su personalidad es sencillamente genial: la inteligente Aura; la gallegaza y exlegionaria Mari Paz; y la atolondrada y estruendosamente divertida Sere; aparte de otros personajes secundarios con sus voces características: las hijas de Aura; los “lejías” de la primera parte; y los malos malísimos de ambas entregas. Un gozo.
También me puse de acuerdo en todo con mi “hermano” Armando, mediante llamada; pero eso no tiene mérito porque lo hacemos como mínimo una vez a la semana: pasamos revista a las cosas que no nos pasan y al mundo que nos rodea, nos enfadamos con todo ello un poco, en plena comunión y acuerdo, y colgamos hasta la semana siguiente.
Volví del campo un poco estresado porque en Todo vuelve, a los buenos, Gómez-Jurado nos está sometiendo a una tensión insoportable. Trabajé dos horas o algo más en el estudio; comí bien: lombarda rehogada y cinta de lomo a la sal. De postre dos plátanos y un yogurt, de los que me hago yo.
Siesta y una hora o algo más de lectura de una novela de Luis Landero, Absolución, que me está encantando porque Lino, el protagonista, no se puede estar quieto en ninguna parte y acomete aventuras imposibles y muy locas. Eso sí, existenciales.
Intenté escribir pero no pude. Estaba tieso, nada se me ocurría. Deambulé mucho rato  entre unas cosas y otras y ninguna en especial. Finalmente me reconvine por tanta pereza y me dediqué a ir preparando un viaje semanal para el mes que viene y que tengo intención de que sea al norte (sobre todo, Cantabria y Asturias).
Corté el desacierto de la tarde a las siete y media. Mi Charlie y yo salimos diez minutos a la calle y volvimos para preparar la cena. Él cenó lo de siempre; yo también: la dichosa ensalada diaria que tan poca emoción me provoca, pero eso sí, a pesar de su simpleza me ha creado adición, como las rutinas de mi vida, que ya no puedo vivir sin ellas.El plato fuerte del día vino después: Incendios, de Denis Villeneuve (2010), película de un dramatismo familiar sobrecogedor, de la que probablemente escriba mañana. Hice fotos de la peli. Ah, y es que a partir de Dune, quiero revisar la filmografía de este director no solo porque me parezca muy interesante, sino, también, porque nunca le he prestado demasiada atención (muy mal por mi parte).
Me acosté a las once, volví a oír un rato Todo vuelve: hay que ver lo mal (o bien) que lo estamos pasando los protagonistas de la historia entre los que me cuento, porque, obviamente, los lectores también somos protagonistas de las historias y eso lo sabe todo el mundo. Por eso leemos. Si no ¿qué sería de nosotros?
He dormido fatal porque me dolía bastante el hombro derecho (solo me duele en la cama). Voy a tener que ir al médico, aunque no quiera.
La Fotografía: Me la hice el otro día y represento a un personaje desorientado y no por el terreno que piso que de tanto frecuentarlo lo siento como mío; sino de perdido en mi propia vida ya que lo único que la articula son las rutinas y eso hace que me desconozca cada día más.

Pepe Fuentes ·