17 MARZO 2024

© 2024 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2024
Localizacion
Feria de arte Arco 2024. Madrid (España)
Soporte de imagen
-DIGITAL 12.800
Fecha de diario
2024-03-17
Referencia
10276

LOS MICROVIAJES
A Madrid: Arco y Teatro (8).

Jueves, catorce de marzo de dos mil veinticuatro

… La venta:Si ocurre, como si no ocurre”. Rodrigo Muñoz Ballester
Eso digo también yo. Da igual lo que ocurra, lo importante siempre está en otra parte.
Sigo con el hilo de la reflexión de ayer en torno a la belleza y el arte contemporáneo.
Parto de la idea de que la belleza no existe como valor absoluto, ni siquiera aproximado. La belleza es construida por cada uno. El laberinto de lo bello es inextricable e infinito. Imperecedero e inmarcesible.
Y, también el amor, revulsivo y motor de tanto y tanto, de la misma vida, incluso. ¿Qué amamos cuando amamos?
Inesperadamente, en mi discurrir por la feria, me encontré con una obra de esas que concitan expectación. Me acerqué, naturalmente. Y fotografié, por supuesto. Me llamó la atención el corazón palpitante en el pecho del hombre grande sentado, desnudo e hiperrealista; abrazado por otro vestido. La composición, a través de la presencia física abrumadora del protagonista impresionaba por la fuerza que transmitía. Una idea o emoción anidaba en su interior, sugerida por los brazos del hombre oculto que afloraban del propio cuerpo desnudo en una simbiosis improbable que hacían destellar su corazón.
En ese momento, nada supe de la alegoría amatoria (por el abrazo y el corazón al rojo vivo); pero luego, en mi casa, indagué y me encontré con que se trataba de una recreación de amor homosexual imposible.
El autor, Rodrigo Muñoz, conoció a Manuel en mil novecientos setenta y siete y brotó en él un amor apasionado, dañado de imposibilidad por un insalvable impedimento: Manuel no era homosexual. Motivó a Rodrigo la creación de la espectacular obra, que se vendió en Arco de 1983, por 10.800 €; ahora cuesta 80.000 (no sé si se habrá vendido). Manuel volvió a su autor por la muerte del comprador de entonces, al parecer.
Ahora, confiesa Rodrigo Muñoz, el autor:Hace dos noches no tenía un duro, ahora tampoco y no es que me importe mucho. Siempre he vivido muy en precario. Sigo igual que hace 41 años, cuando me hicieron aquella entrevista. No he cambiado nada. Hace dos días empezamos a montar la escultura y tenía 45 euros, que destiné a la comida para los gatos y a tomar por saco. Y gracias a que una coleccionista me compró un grabado».
De esta historia que he conocido ahora, con lo que me quedo, sobre todo, no es solo con la fidelidad a un amor anhelante y convulso (que también), sino, sobre todo, con el paso del tiempo por un hombre que ahora, a sus setenta y cuatro años, por las circunstancias que hayan podido darse y que no es necesario conocer, vuelve al mismo escenario a revivir la vibrante experiencia de juventud, quizá impregnada de melancolía.
Es una obra con historia y yo agradezco haber estado ahí, en esta edición, para ser testigo de al menos su apariencia física tan contundente y descarnada.
Y de fondo, el amor, causa que es principio y final de casi todo, que en este caso convoca a la belleza.
“Manuel es la crónica de la alegría y el dolor de Rodrigo al encontrar y no poder tener al ser amado». Joaquín García Martín.
La Fotografía: Rodrigo matiza el significado de la obra: «Manuel no es una expresión del desdoblamiento de personalidad, ni la representación del hombre culto y el hombre irracional, ni nada de eso. Manuel es el de fuera. El otro soy yo queriendo quedarme así siempre. Por supuesto que hay por ahí un gusto totémico muy fuerte, pero también hay una idea de desmitificar el amor entre hombres…».

Pepe Fuentes ·