DIARIO DE VIAJE: al Norte.
“Acuérdate, hermano, del texto latino: “Pulchrum est quod visumm placet”. Bello es lo que complace a la vista. El señor es invisible. Álvaro Pombo (Quédate con nosotros, señor, porque atardece).
Primer día, domingo, veintiuno de abril de dos mil veinticuatro (2)
…Del Castillo de la Mota hacia Wamba (58 km).
En ese pequeño pueblo esperaba encontrar una iglesia de gran belleza, Santa María, donde fue enterrada la reina Urraca de Portugal (nacida cien años después que nuestra primera Urraca, la señora de Zamora, que a su vez fue tía de Urraca I de León, primera reina en Europa).
Iglesia, visigótica en su origen, que luego, al ritmo de la historia, fue pasando por distintos estilos: mozárabe, románico y finalmente gótico (incluso hay decoración barroca). Fue monasterio, convento e iglesia, ahora. Pulcramente rehabilitada y conservada, la visita resultó un placer estético absoluto. Tuve que esperar en torno a media hora a que terminara la visita guiada anterior. El pase en el que me integré lo formábamos veinte personas más o menos, y dos perritos, transportados amorosamente por sus dueños en brazos (pareja).
La explicación del guía, en tono doctoral y profusamente didáctico, solo tuvo de malo que al individuo de mediana edad se le notaba demasiado su estilo profesoral porque jugaba a ponernos a prueba preguntándonos por lo que él sabía perfectamente. Eso era molesto porque mejor cada uno en su sitio: el a explicar y nosotros a escuchar; la participación e integración mejor para otro momento y situación (todos éramos grandes ya). No me decidí por definir al individuo como el maestro o el cura del pueblo, pero era lo uno o lo otro, seguro.
Grata e interesantísima visita…
La Fotografía: En una de sus paredes se podía leer el siguiente epitafio: “Como te ves, yo me vi. Como me ves, te verás. Todo acaba en esto aquí. Piénsalo y no pecarás”.
No me afectaba en lo de pecar porque no estoy señalado por ese supuesto mal: yo no peco nunca (pero eso no evitará que muera y a la santidad no llegaré porque el clero, los que me manejan el asunto de repartir coronas luminosas, no me conocen).
Para mí, pecado solo es el daño causado a otros sin causa ni razón, por mero interés o satisfacción narcisista y perversa. Las demás culpas: retóricas y mentirosas.
En mi caso pecar es imposible porque yo no me relaciono con nadie; eso por un lado, y por otro, soy incapaz de hacer mal a otros consciente y gratuitamente. Luego el pecado es una acción que me resulta absolutamente ajena y molestísima; luego pecador no soy, seguro. Inocente, no lo sé con certeza, aunque creo que sí (pero sin alas angelicales).
El osario, cuenta con más de 3000 restos de monjes, todos amontonados en la nada. Siempre he pensado que lo de profesar en órdenes religiosas es por juntarse unos con otros y así no sufrir de soledad, más que por amor a Dios ¿se puede amar a lo inexistente? Me contesto: lo dudo firmemente, a pesar de Santa Teresa y su enajenación. Había varias paredes como ésta, repletas de restos. Al parecer, es el osario más grande de la península. Una perfecta metáfora de la vida eterna en el paraíso, conviviendo unos con otros (pero sin mujeres, no creo que el paraíso sea mixto como tampoco lo son los conventos).