15 JUNIO 2024

© 2024 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2024
Localizacion
Toledo (Corpus 2024)
Soporte de imagen
DIGITAL 102400
Fecha de diario
2024-06-15
Referencia
10395

DIARIO DE LA NADA 9.9
«Cuando se ha visto se podría en cierto modo rebasar la vida. Si usted se imagina una cosa visible al mismo tiempo a los vivos, a los muertos y a los ángeles, es ésta. Créame.» Rainer Maria Rilke (Epistolario español, Toledo, 03.11.1912)
Jueves, treinta de mayo de dos mil veinticuatro

… Rilke captó y absorbió el más auténtico espíritu de la ciudad. La visitó a finales de 1912, cuando la ciudad aún no había salido del interminable periodo de sombras que se cernieron sobre ella. La decadencia duró siglos en los que fue languideciendo y adentrándose en una noche que duró demasiado. Tuvieron que ser gentes pertenecientes al mundo del espíritu quienes la sostuvieron, poetas, escritores, artistas y religiosos los que mantuvieron vivo su nombre (paradójicamente, estos últimos, cumplieron con una doble función: contribuyeron a su oscurecimiento y al mismo tiempo impidieron que muriera del todo).
No me he documentado sobre el día de la procesión en siglos anteriores, pero imagino que todo sucedería los mismos días, a las mismas horas y con la misma puesta en escena (algunas imágenes de principios del siglo pasado he visto, y sí, el día era milimétricamente exacto al de este año. El mismo sol, la misma catedral, el mismo Dios; pero otras gentes, otras caras y no sé sí la misma ciudad, y siempre el mismo espíritu y la misma creencia. Todo igual, inmutable siglo tras siglo. ¿Y todo para qué? Para Nada verdaderamente sentido, me parece.  Probablemente, el género humano, finalmente, haya abrazado al nihilismo, pero no porque descrea desde el análisis y la lucidez, sino porque se ha entregado mórbida e indolentemente a una alienación donde todo sea lo mismo, igual e informe a condición de que traiga consigo el tratamiento paliativo.  
“…Y todos los muertos gritaron: ¿Cristo, no hay un Dios? Él contestó: -no hay ninguno-. La sombra de cada difunto tembló por entero. Cristo prosiguió,
-“he atravesado los mundos, subido hasta los soles y volado con las galaxias a través de los yermos del cielo, pero no hay ningún Dios; he bajado hasta donde el ser proyecta sus sombras, me he asomado al abismo y gritado: ¿dónde estás Padre? pero no he oído más que la eterna tormenta que nadie gobierna, mientras el centelleante arcoíris de los seres, sin que sol alguno lo creara se alzaba sobre el abismo y goteaba; cuando alcé la mirada hacia el inmenso mundo buscando el ojo divino, el mundo me miró fijamente, vacía la órbita sin fondo y la eternidad era el caos y lo roía y se rumiaba a sí misma, seguían resonando notas discordantes. Despedazar las sombras porque él no existe”. Jesús, ¿no tenemos padre? y Él, desecho en llanto, contestó: “todos nosotros, vosotros y yo, somos huérfanos, todos carecemos de padre”. Alberto Santamaría (Un lugar sin límites), citando a Jean Paul Richter…
La Fotografía:
Después de una larga espera, y una vez que los numerosos fieles se acercaron a comulgar en varias y largas filas que se montaron por doquier, y así redimirse a través de la simbólica ingesta de Nada; comenzó la procesión, primero en el interior de la catedral, antes de salir a las calles. Los miembros de las cofradías avanzaron hasta la puerta para exhibirse bajo la fuerte luz del sol y las miradas de los creyentes como ellos. Sería la perfecta comunión de las almas de los que ven con los que miran; de los que caminan dando forma al espectáculo con los que permanecen estáticos y todos haciendo que el sol y la tradición histórica siga brillando. Los que creen haber visto y se muestran, con ejemplaridad y virtuosismo, atravesaron las sombras catedralicias como figuras fantasmales que languidecen año a año, cobijados en sus largos sayales que les protegen de dudas, llantos y de la terrible noticia de su orfandad.

Pepe Fuentes ·