15 SEPTIEMBRE 2024

© 2007 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2007
Localizacion
Hollywood, Los Ángeles (EE.UU.)
Soporte de imagen
-35 MM. Kodak. High-Speed Infrared 400
Fecha de diario
2024-09-15
Referencia
7506

COLECCIÓN DE MISCELÁNEAS 58
«Si las canciones trataban, como pensé en su momento, sobre un niño que se convierte en hombre, también trataban ahora, para mí a los cincuenta y seis años, sobre un hombre que seguía siendo un niño.»  Bret Easton Ellis.
Miércoles, once de septiembre de dos mil veinticuatro

Estoy muy contento, un nuevo escritor ha entrado en mi vida; es de los grandes, auténtico, contundente, valiente, total; de los que te redecoran el mobiliario donde habitas.  Se trata de Bret Easton Ellis (60 años ahora). Es importante su edad, ahora, para mí, la edad es esencial porque es el marcador a fuego de la vida de cualquiera, y lo es, sobre todo, en los creadores. Yo estoy referenciado y comprometido grave y seriamente con mi tiempo cronológico: es lo que me constituye, aunque no me dote de ningún conocimiento o sabiduría en especial. En consecuencia, es importante para mí saber la edad de los artistas a los que dedico mi tiempo y lo mejor de mi atención. Aunque me de igual la edad que tengan, si tienen talento, claro, y me hacen sentir y gozar.
Cuando incorporo a un artista a mi tiempo vital (generalmente escritores), les dedico toda la atención que puedo y eso ha sucedido con Bret  por lo que leeré todo lo que pueda suyo. Es un autor que se demora entre obra y obra, pero espero que escriba alguna más antes de que yo palme.
Primero fue American Psycho, solo en versión cinematográfica (espléndida, por cierto): “Mi dolor es constante e intenso y no espero que haya un mundo mejor para nadie. De hecho, quiero que mi dolor le sea infligido a otros.”   Bret Easton Ellis.
Hoy mismo he acabado de escuchar Los destrozos, su última novela, presentada en España en 2023 (24 horas de escucha y excelente producción). Continuaré con Glamourama (1998), de la misma extensión.
Me ha sorprendido y apasionado su estilo narrativo único, directo, siempre impactante en cuanto a la creación de situaciones, a veces, emocionalmente insoportables. Narra su mundo postadolescente (17 años) y para ello se rodea de una serie de personajes, trasunto de los que pudieron ser realidad en su vida, y se lanza con todos ellos a una experiencia frenética de hedonismo desesperado: sexo, drogas, violencia, amoralidad y frialdad; reflejo de su experiencia del mundo de principios de los ochenta en Los Ángeles. Detrás de esa aparente suficiencia, como suele suceder en los mundos que nos hace llegar Bret, hay inseguridad, necesidad de afecto, desesperación incluso. Y miedo, mucho miedo.
Entiendo muy bien, creo, sus mecanismos emocionales de hombre solitario ahíto de escepticismo y desaliento.
Easton Ellis, se ha guardado la historia durante cuarenta años, aunque ya quiso escribirla entonces, pero no lo hizo porque le quedó grande ya que hablaba de sentimientos y no tenía la madurez para abordarlos, según dice: “Era un muchacho vulnerable que se creía un hombre adulto que al final guardó su corazón y lo recubrió de hielo, transgresión e indolencia en un lenguaje políticamente incorrecto para mostrar el lado oscuro de una parte de la sociedad estadounidense adinerada”.
Dice alguien del entorno de la crítica estadounidense que se trata de «Una obra de terror erótico sorprendentemente seductora», y tiene razón, pero es mucho más, porque también es un perverso juego con el paso del tiempo emocional, de la adolescencia a la madurez, pero con camino de vuelta; esa es una eventualidad que siempre está presente en el transcurrir de las vidas. Desde luego, en la mía, sí. Siempre somos los mismos, tan solo nos desgastamos con el paso del tiempo.
Como siempre me ocurre cuando hago un descubrimiento entusiasta (hace un mes me pasó con Elena Ferrante), podría escribir largo sobre los matices y vibraciones que he encontrado en la obra, pero es imposible. El diario no me da para eso porque esta es un acta notarial y poco más, o menos.
La Fotografía: La acción de la novela se desarrolla en los aledaños de Hollywood, donde también hay personajes de atrezo en fiestas descritas en la novela que son actores famosos. Esta foto, también la realicé en el entorno de Hollywood. Pero yo no me enteré de nada, tan solo era un turista poco informado.

Pepe Fuentes ·