27 OCTUBRE 2024

© 2024 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2024
Localizacion
Estampa, Feria de Arte Contemporáneo. Madrid
Soporte de imagen
DIGITAL 1600
Fecha de diario
2024-10-27
Referencia
10560

MONÓLOGOS SOBRE ARTE
Capítulo veintiuno: -Estampa, Madrid- 4
Sábado, diecinueve de Octubre de dos mil veinticuatro

… Al contrario de lo que sucede en Arco, en esta feria, al parecer de segundo orden en la ciudad (no la inauguraron los reyes, aunque eso no lo sé, pero seguro que no); algunos de los autores de las obras, los artistas, estaban allí, junto a sus creaciones, explicándolas, intentando vender su producto con todos los argumentos retóricos y técnicos que eran capaces de desplegar. Era enternecedor y triste al mismo tiempo, porque, aunque los colocaba en el mundo real los alejaba de la divinidad creadora, que es donde deben estar. Si los artistas (plásticos, o de cualquier otro lenguaje o técnica), se expresan a través de conceptos filosóficos o divulgativos arrastran por el barro a sus obras, que por su propia naturaleza están en silencio. Las materializan y brutalizan; las banalizan y violentan sacándolas del natural espacio donde habita el misterio y las profundas sensaciones, los resortes del subconsciente o de las íntimas vivencias del artista que deben ser ininteligibles hasta para él. Los artistas, entonces, se convierten en agentes activos del desencanto. Mejor que cojan sus obras, las descuelguen de las paredes, las bajen de los pedestales o soportes y se vayan a su casa a enseñárselas a su vecino…
La Fotografía: En Estampa, entre los artistas que pude ver, los había vestidos de artistas para singularizarse diferenciándose de los humanos corrientes. Llevaban pantalones o camisas floreadas de fuertes contrastes cromáticos; o peinados ad hoc; o profusas y luengas barbas, como si hubieran pensado mucho acompasadamente con el crecimiento del pelo, generalmente blanco, modelo sabio o Dios bíblico; en fin, un poco de todo.
En el caso de esta obra tan graciosa como enigmática, el autor estaba allí explicando a una familia su obra, como si fuera un vendedor de coches (había algunos cuadros suyos muy originales, cromáticamente intensos y temática fantasiosa con personajes oníricos en jardines alucinados y maravillosos. Por ejemplo, explicaba a sus oyentes que tal vez haría una versión más del personaje duplicado, tan sugestivo y pop, pero con una luz intermitente que saliera del corazón de la frente al ritmo acompasado al latido del corazón ¿del personaje o del propio artista? No lo supe. Sin darse cuenta estaba jodiendo la obra que pretendía vender (supongo); además de la que pensaba hacer, y a sí mismo como artista. Me pareció que habría sido mejor que este artista (sin duda lo era), con pinta de tipo corriente y vestido de cualquier manera, como de vecino, se hubiera quedado en casa y dejado a su galerista hacer su trabajo. Cada uno a lo suyo (zapatero a tus zapatos): los galeristas a representar y vender, y los artistas a su firmamento creativo y divino. Así, todo mucho mejor.

Pepe Fuentes ·