16 ABRIL 2025

© 2025 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2025
Localizacion
Fundación Mapfre. 1924. Otros surrealismos
Soporte de imagen
-DIGITAL 5000
Fecha de diario
2025-04-16
Referencia
10818

MONÓLOGOS SOBRE ARTE 29.4
Surrealismo: «sustantivo, masculino. Automatismo psíquico puro, por cuyo medio se intenta expresar, verbalmente, por escrito o de cualquier otro modo, el funcionamiento real del pensamiento. Es un dictado del pensamiento, sin la intervención reguladora de la razón, ajeno a toda preocupación estética o moral.» André Breton (Primer manifiesto surrealista, 1924).
Jueves, veintisiete de marzo de dos mil veinticinco

… A pesar de la indisoluble asociación entre Breton y el término, quien dio el nombre al movimiento fue Guillaume Apollinaire, en junio de 1917, como subtítulo de Las tetas de Tiresias (drama surrealista),
Los propios surrealistas iniciadores reconocen a precursores que se remontan a
Heráclito, El Bosco, el marqués de Sade, Charles Fourier, y, especialmente a las teorías psicoanalíticas de Sigmund Freud. También Lautréamont, Edward Young, Matthew Lewis, Gerard de Nerval, Jonathan Swift, Marqués de Sade, Chateaubriand, Victor Hugo, Edgar Allan Poe, Charles Baudelaire, Arthur Rimbaud, Mallarmé, Jarry, Antonin Artaud. La lista podría ser aún más extensa…
En cuanto a precursores en el campo de la creación pictórica, es fundamental Giorgio de Chirico y su pintura metafísica. Asimismo, es especialmente relevante el precedente más inmediato del Dadaismo y Tristan Tzara.
Durante unas sesiones febriles de automatismo, Breton y Soupault escriben Los Campos Magnéticos, primera muestra de las posibilidades de la escritura automática, que publican en 1921. Más adelante Breton publica Pez soluble. Dice así el final del séptimo cuento: «Heme aquí, en los corredores del palacio en que todos están dormidos. ¿Acaso el verde de la tristeza y de la herrumbre no es la canción de las sirenas?»
La Fotografía: Man Ray (1932-33), Collage, dibujo en plata y gelatina. Copia de la época. Las conexiones con el mundo invisible formarán parte del protocolo del grupo surrealista. Al hilo de ello, hay que recordar la conocida imagen descrita en cantos de Maldoror -libro publicado en 1869 por el Conde del Lautréamont (seudónimo de Isidore Ducasse), a quien los mismos surrealistas consideraban precursor del movimiento: “Bello como el encuentro fortuito de un paraguas con una máquina de coser en una mesa de operaciones”. A partir de ese concepto de encuentros extraordinarios, las identidades cambian y se intercambian; el yo se fractura y se convierte en doble; el cuerpo se fragmenta para reconstruirse igual que en los sueños. Escapar de la racionalidad lleva a descubrir de inmediato, cómo las cosas cotidianas no paran de dar sorpresas: en la metamorfosis reina sobre el mundo”.

Pepe Fuentes ·