20 ABRIL 2025

© 2025 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2025
Localizacion
Charlie Brown, Talavera de la Reina (España)
Soporte de imagen
-DIGITAL-IPHONE
Fecha de diario
2025-04-20
Referencia
10672

HISTORIAS MÍNIMAS 5
“No odio la gente, solo la estupidez. Aborrezco la ignorancia y la falta de empatía”. Roy Andersson (cineasta sueco)
Jueves, diecisiete de abril de dos mil veinticinco

Un lamentable cuentecito más sobre Yo sí te creo, hermana…
Hace dos o tres años, cuando daba marcha atrás lentamente con mi coche para desaparcar, cuando una mujer joven con sus dos perros pasaba por detrás a una cierta distancia y que en principio no vi. Sorprendentemente se acercó a la ventanilla y comenzó a insultarme con una violencia inusitada y hasta me amenazó con agredirme porque se había sentido en peligro. De ningún modo fue así.
Ayer, cuando paseaba con Mi Charlie por un camino, apareció esa misma mujer detrás de mí con sus dos grandes perros, sueltos como Mi Charlie. Cuando la he visto me he dicho: problemas. Pero como no había causa aparente, he pensado que nada sucedería. Estaba en un error.
Antes de llegar a mi altura, a grandes voces y agresivamente me increpó diciéndome que: -si llevaba a mi perro suelto tendría que mirar hacia atrás porque ella no tenía porqué preocuparse por mi perro- (precisamente él pasa de personas y animales olímpicamente).
Intentando alejarla le he dicho que me dejara en paz y que se fuera a la mierda (por nada del mundo iba a darle la razón, porque no la tenía diciéndome hacía dónde tenía qué mirar).
Sí, eso le he dicho porque sabía que con esa mujer todo era peligro.
Error: eso ha desatado la peor versión de su perturbación. No puedo recordar la cantidad de insultos que me dedicó, creo que, entre otros, inmigrante de mierda, ruso, hijoputa y otras lindezas. Como me ha adjudicado la condición de inmigrante también ha dicho que estábamos aquí para aprovecharnos de los españoles (no sé qué puede haberle inducido a pensar que yo fuera ruso, y otros improperios que no recuerdo). Cuando ha empezado a insultarme ofensivamente he decidido callarme para no empeorar las cosas. Me había adelantado y caminaba a unos diez o quince metros delante de mí, y es entonces cuando la oí decir que no la siguiera (no lo hacía, por supuesto, seguía la dirección que llevaba), que llamaría a la policía porque ella era mujer y yo la estaba acosando. Hasta las dementes se han aprendido el Yo sí te creo, hermana…
Un poco más adelante he observado que ha retenido su marcha, supuse que para seguir provocándome. Poco antes de llegar a su altura y antes del desvío que había pensado tomar, ella ha hecho el gesto ostensible de marcar un número en su móvil y decir a alguien (supuestamente la policía), si es que realmente había llamado, que había un hombre que la estaba persiguiendo agresivamente. Obviamente, yo solo caminaba en silencio con Mi Charlie.
Según están las cosas y la discriminatoria ley, pensé, lo mismo a esta tipa la creen y me causa complicaciones absurdas. Claro, eso me ha reafirmado en lo que ya pensaba: cuidado con las mujeres, pueden hacer un daño indecible a cualquier hombre por el mero hecho de serlo, ¡porque así se les antoje!
La Fotografía: Mi Charlie, con cara y actitud de absoluta inocencia, como yo. Vulnerable ante mujeres salvajes y profundamente estúpidas con perros grandes. Como yo.

Pepe Fuentes ·