18 JULIO 2025

© 2025 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2025
Localizacion
Película: Memorias de un cuerpo que arde. Antonella Sudasassi (2024)
Soporte de imagen
-DIGITAL 12.800
Fecha de diario
2025-07-18
Referencia
10930

COLECCIÓN DE MISCELÁNEAS 89
“La estación de los amores viene y va. Y, los deseos no envejecen a pesar de la edad”. Franco Battiato
Martes, quince de julio de dos mil veinticinco

El otro día vi, Memorias de un cuerpo que arde, película costarricense (2024), dirigida por Antonella Sudasassi Furniss, que no me gustó. Me pareció morosa y aferrada a una realidad verosímil y lastimosa por su tristísima mediocridad. Trata de tres mujeres, al parecer, pero con una sola presencia dramática y real que llega al final sana y salva, y que simboliza la liberación de todos traumas represores que han sufrido las mujeres a lo largo de su vida, culpa indudable de los hombres. Pero, eso ya lo sabíamos.
Ahora es pertinente sacar a la luz tanta oscuridad, tanta miseria moral, tantas humillaciones, y me parece genial, cómo no. Sobre todo, para que nada de esa mierda se repita.
Pero, ese justo lamento, llevado al lenguaje cinematográfico, como es el caso, solo supone una larga y soporífera retahíla de situaciones previsibles y mucha tristeza
A los críticos, festivales y al mundo del cine en general les ha parecido estupenda porque hablan de sororidad, feminismo, empoderamientos y libertad. A mi también me parecen valores encomiables y dignos del mayor respeto y consideración. Cerrada e incontestable ovación. Sí, pero el cuento podía habérmelo ahorrado.
Las mujeres en cuestión son sexagenarias, y la protagonista principal ya tiene setenta. Esta mujer exalta su potencial sexual y está convencida de que puede vivirla a plena satisfacción???
En fin, habla de todo el repertorio erótico festivo que finalmente experimenta con éxito, según dice, en un contexto de libertad sin límites en su edad septuagenaria, naturalmente.
No sé, al ver la película me pareció todo un tanto impostado, quizá porque en sí misma era infumable.
La Fotografía: Dice la protagonista, entre otras confesiones, a lo largo de la película y especialmente al final: “Doctora, necesito que me haga examen, me apareció un novio muy cierto (foto), tomamos unos tragos y me acosté con él… Es que ya no es la obsesión por conocer aquello que tanto se negó, relaciones íntimas normales y también otras prácticas como el sexo oral que me parece muy rico. Está muy, muy, muy bueno, muy bueno todo. Esta es la mejor época de mi vida porque ahora tengo libertad total”.

Pepe Fuentes ·