Diario de CLAUSURA 5 y 2
“Nunca hallaremos reposo, el presente es perpetuo”. Georges Braque
Martes, dieciséis de diciembre de dos mil veinticinco
… Noticias de mis últimas lecturas, para protegerme del lado canalla del presente y del insomnio, también infame: Biografía de Andy Warhol, de Jean-Noël Liaut, amenísimo e interesante acercamiento a la vida y obra del gran prestidigitador, irrepetible artista del pasado siglo.
Una muy divertida y frenética novela de conflictos psicológicos y existenciales a partir de la quimera del amor (la audición es un espectáculo total, con muchos personajes y efectos de sonido): Conversaciones de amor y desamor, de Alma Delia Murillo, nueva autora para mí, a la que he llegado a partir de un título sumamente sugestivo (todavía no lo he oído): La cabeza de mi padre. Hay otros títulos de esta autora, prolífica y joven todavía, que a priori también me interesan. Exploraré.
El búfalo de la noche, de Guillermo Arriaga, tan intenso y desgarrado como siempre (pero un poquito menos, en este caso). Seguiré y seguiré con este autor, cómo no. Es el gran y último descubrimiento para mí.
Los tres mundos, de Santiago Posteguillo, aunque creo recordar que de esta lectura ya hablé.
Nexus, de Yubal Noah Harari, del que también escribí, o no, ya no me acuerdo.
Mil cosas y Fin de poema, este último sobre poetas suicidas: Cesare Pavese, Anne Sexton, Alejandra Pizarnick y Gabriel Ferrater, y como cada uno se desmorona a su manera; ambas obras de Juan Tallón. Me gusta mucho este escritor.
Aparte de estas lecturas terminadas, he probado con seis o siete más, que he abandonado enseguida, y no porque a priori no fueran de interés, lo eran, como, por ejemplo, obras de Emmanuel Carrere (La novela rusa); Valérie Perrin (Tatá); Agustín Fernández Mallo (Trilogía de la guerra, El libro de todos los amores); Hernán Díaz (Fortuna); Mariana Enriquez (Cómo desaparecer completamente). Hay varios intentos más, porque me dejo llevar por sutiles y caprichosos impulsos entre el ahora sí, ahora no. Volveré sobre ellos en algún momento.
La pregunta recurrente y repetida frecuentemente en este diario, ¿Qué sería de mí sin el arte? Nada porque ya no existiría.
La Fotografía: Saxofón intervenido por un artista plástico, en el Museo Cromática, de Toledo. Una maravilla de disposición de espacios expositivos, aparte del contenido. En unas dependencias segregadas del Convento de las Concepcionistas, de clausura.