“La geología tiene una tristeza apabullante que nunca podrá sacarse de encima. Esta tristeza proviene de la idea de que el tiempo trabaja en su contra”. Salvador Dalí
DIARIO DE REVELADO (digital) DIEZ, del treinta de Julio de dos mil veinte (jueves)
Ayer pasé casi todo el día, salvo las dos primeras horas que dediqué a escribir, a revelar un cuadríptico sobre el maravilloso árbol de piedra que se encuentra en el Desierto de Silala, en Bolivia (ahora estoy revelando digitalmente la serie del viaje a Perú y Bolivia, del año pasado). Las pasé canutas porque no conseguía los efectos deseados. Probaba y probaba y no funcionaba. Lo dejé al final de la tarde, enfadado porque el resultado me parecía decepcionante. Contaba con tres posibilidades de combinación de dos tonos, uno para altas luces y otro para sombras, pero eran cuatro fotografías. Me costó: quería diseñar cuatro estilos con variantes en cada uno de ellos para aplicar a cada una de las fotografías del cuadríptico. En el proceso de copiado analógico es más difícil y costoso dar una apariencia de copias homogéneas, sobre todo si tienes que hacer reservas y tapados. Una de las ventajas del Capture One (la tercera fase de la Santísima Trinidad) es que cuando das con una combinación de estilos y ajustes, lo copias y lo guardas para otro momento. En el caso de la imagen de hoy, me interesaba mucho hacer una composición Pop en mosaico con el árbol como motivo. Andy Warhol, al que plagio descaradamente, al menos en la forma que no en el concepto, ya que él, en aquel momento, desarrollaba un concepto filosófico y artístico que suponía un análisis penetrante de paradigmas de la sociedad, tanto consumistas como de mitologías icónicas: estaba creando un estilo para la posteridad. Sin embargo, yo lo único que pretendo es no ahogarme en mi propia mierda. También Dalí recurrió a motivos parecidos en sus composiciones en el desierto. Cualquier otro con necesidad de disimular, titularía esta fotografía: Homenaje a Andy Warhol. Yo, que carezco de intereses, la titulo: Plagio a Andy Warhol y me quedo tan tranquilo, aunque algo enfadado conmigo mismo porque el resultado no es perfecto…
PEQUEÑO VIAJE A LAS TIERRAS DEL INCA
Capítulo cinco: Reserva Nacional de Fauna Andina Eduardo Avaroa (Bolivia),
diez de febrero, lunes
XII
“La geología tiene una tristeza apabullante que nunca podrá sacarse de encima. Esta tristeza proviene de la idea de que el tiempo trabaja en su contra”. Salvador Dalí
Después de comer solo quedaba fotografiar el árbol de piedra, para el que me había reservado un último rollo de película lenta. La espléndida y matizada luz de antes de comer se había retirado y uniformes nubes lo cubrían todo. La luminosidad de hacía tan solo una hora había mutado en un gris empastado, sin matices. Contrariado, coloqué el trípode y, cuando me disponía a fotografiar sin fe, apareció el primer todo terreno del día repleto de turistas. Aparcó justamente enfrente del campo de mi encuadre, les pedimos que lo quitaran, pero dio igual porque los turistas se pusieron a hacer sus gansadas alrededor del árbol (todos suelen hacer lo mismo). Era curioso y terriblemente irritante: en un desierto, en el que solo estábamos diez personas, la mitad se había colocado en el ángulo de visión de mi objetivo. Increíble. Nervioso y enfadado por la mala suerte calculé mal el encuadre, las distancias y, la composición que tenía planeada para un formato múltiple, se arruinó. Continuamos viaje, lentamente, muy lentamente….
COROLARIO. Nuestros guías, de vez en cuando nos hablaban, siempre en clave de preguntas o explicaciones poco entendibles sobre los parajes por los que pasábamos; o hablaban entre ellos en un idioma que no entendíamos. Supusimos que era quechua. El mayor, consumía hojas de coca continuamente, por lo que su lengua entorpecida por el bolo que removía insistentemente no facilitaba que entendiéramos lo que nos decía. Eso sí, se mostraban absolutamente atentos a lo que necesitáramos, ofreciéndonos parar en cualquier momento para fotografiar.