Nunca había visto nada parecido, la superficie de agua era blanca, quieta, espejeante; las nubes arriba, reflejándose en el agua y filtrando rayos de sol que provocaban una infinidad de matices, tanto en el agua como en las partículas de luz que invadían todo el espacio…

© 2019 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2019
Localizacion
Salar de Uyuni, (Bolivia)
Soporte de imagen
-35 MM- ILFORD SFX. 200 (800)
Fecha de diario
2019-05-27
Referencia
8945

PEQUEÑO VIAJE A LAS TIERRAS DEL INCA
Capítulo cuatro: Uyuni (Bolivia),
nueve de febrero, sábado
VI
“Las fotografías dan siempre la precisión de la realidad; las fotos son el arte del demonio”.
Manuel Vilas

Después de comer y hacer algo más de toma, Alberto nos propuso acercarnos al hotel de sal, que se encontraba a unos tres kilómetros. Se trataba de una especie de parador (ya no era hotel, solo parada de viajeros que pasaban el día en el salar). Había una gran concentración de coches y turistas, como nosotros. Pensé que no habría fotos singulares, importantes, y solo cogí la vieja cámara pequeña y me equivoqué porque los turistas se empeñaron en hacer figuración (como en el cementerio de trenes) y lo hacían muy muy bien. Quise volver al coche para coger trípode y cámara grande pero no lo encontré. Es más, me equivoqué de coche (todos se parecían). Cuando conseguí recoger el equipo, la mayoría de los turistas se habían largado. El cielo se cubrió de pesadas y negrísimas nubes que presagiaban una gran tormenta, escenario propicio para realizar unas pocas tomas más. Volví a montar el trípode y empleé un rollo en fotografiar la tormenta que se estaba formando sobre nosotros. Alberto nos propuso volver, no tardaría mucho en comenzar a llover. Había finalizado el prodigio de luz y agua…

COROLARIO: Lo que estaba resultando espléndido desde que comenzamos el viaje es que nada resultaba previsible. Evidentemente, hoy, estaba prevista la visita al Salar pero, lo que sucedió, lo que vimos, lo que percibimos, no lo estaba en absoluto.   

© 2019 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2019
Localizacion
Salar de Uyuni (Bolivia)
Soporte de imagen
-120 MM- ILFORD PAN F 50
Referencia
9035
© 2019 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2019
Localizacion
Salar de Uyuni, (Bolivia)
Soporte de imagen
-120 MM- ILFORD PAN F 50
Referencia
9139
© 2019 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2019
Localizacion
Salar de Uyuni, (Bolivia)
Soporte de imagen
-120 MM- ILFORD PAN F 50
Referencia
9140
© 2019 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2019
Localizacion
Salar de Uyuni, (Bolivia)
Soporte de imagen
-120 MM- ILFORD PAN F 50
Referencia
9148
© 2019 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2019
Localizacion
Uyuni, Salar, (Bolivia)
Soporte de imagen
-120 MM- ILFORD PAN F 50
Fecha de diario
2019-06-30
Referencia
9149

PEQUEÑO VIAJE A LAS TIERRAS DEL INCA
Conclusiones:

“Poco importa el soporte con tal de que la memoria produzca recuerdos, extraiga quintaesencias, fabrique referencias con las que organizar más tarde el conjunto del viaje. En el revoltijo y el desorden de la experiencia vivida, el rastro permite el alzado de una geografía sentimental. Más tarde, lejos ya del momento del acontecimiento, quedan instantes congelados en forma susceptibles de reactivaciones inmediatas. Esos rastros más que justificar el viaje, lo hacen parcialmente inmortal”. Michel Onfray

Probablemente, es el mejor viaje que hemos realizado con ayuda de terceros (agencias que asisten en los viajes a medida). No obstante, no hay que engañarse, este tipo de viajes no es de viajeros, sino de turistas. La diferencia radica en que mientras los viajeros deciden lo que ven y cómo lo ven, luego son experiencias mayores, el viaje del turista está mediatizado por lo que han visto otros y solo son experiencias menores, nada arriesgadas, luego nada personales y desde luego nada catárticas o iniciáticas porque supongan descubrimientos de culturas y gentes. Pura burocracia viajera. No obstante, mejor viajar que no, aunque sea tutelado. Aterrizamos en Madrid a las 13:30, sin novedad. Fue un vuelo de vuelta cómodo ya que dormimos bastantes horas, al menos ocho de las once que duró el vuelo, más o menos. Desde el aeropuerto, sin pasar por casa antes, fuimos a rescatar a nuestro perrito. Teníamos muchas ganas de verlo. Nos recibió loco de alegría, yendo de uno a otro. En esos felices reencuentros, Charlie pierde el sentido de lo que le rodea, solo es capaz de expresar una estruendosa alegría. Un placer disfrutar de su incondicional felicidad por vernos.

COROLARIO. Dieciséis de febrero, viernes.
La agencia intermediaria nos pidió que evaluáramos el servicio prestado por la agencia local (Mundo Quechua), lo que hicimos con gusto. Expresamos nuestra satisfacción total, como no podía ser de otro modo. Carlos nos contestó a nuestro elogioso mensaje para su trabajo y su agencia: “Estimados Naty y Pepe: Saber que les agrado el viaje a Perú y Bolivia y más aún, haber respondido plenamente a sus expectativas, es la satisfacción más gratificante que tenemos. Por nuestra parte, quedamos muy impresionados por la pasión que tienen por la fotografía, predisposición para descubrir los lugares más insólitos y ganas de conocer personas, actividades y paisajes solo existentes en esta parte del Mundo. El equipo de Mundo Quechua, agencia local de Evaneos, les envía por nuestro intermedio, un saludo muy atento y les recuerda que aún hay cosas por ver y descubrir en Bolivia, por lo tanto, los estaremos esperando, siempre… Un abrazo gigante. Atentamente desde muy cerca de las estrellas…” .