"En cada cabeza humana se encuentra la catástrofe humana que corresponde a esa cabeza". Thomas Bernhard
…El cuerpo filosófico de la fiesta, del desfile de la incomprensible transustanciación, es una cuestión de Fe, que ya lo dijo San Cirilo. Discurre lentamente por las viejas calles de la ciudad e inevitablemente, el paso de los siglos junto a la estolidez del discurso han fundado una rancia pantomima, una sarta de mentirosas apariencias, una estúpida representación de un orden sombrío, tanto como lo es la ciudad misma, carcomida de convencionalismos artríticos y puritanos, negada para cualquier actitud o idea vitalista. No, no es clásica y bella tradición, es puro y estéril ensimismamiento…
Sr. Aspero. Hombre político; poder intrigante en la sombra que todo lo ve y nada entiende. Reservado e incomodo, incluso para sí mismo, siempre aplica una interesada mezcla de doctrina y manipulación. Su influencia no parece notarse, pues sólo asiste a grandes celebraciones, pero en su versión opaca. Su rasgo de carácter más relevante es que no saber reír.
…Los participantes aficionados (también van los curas, pero esos son profesionales) suelen ser empleadillos con pretensiones, pura clase media o burgueses en el más amplio y peor sentido de la palabra, con toda la anodina previsibilidad que a veces implica esa clase social, tan acostumbrada o amaestrada en el acatamiento y la docilidad. La mayoría son profesionales significados en la ciudad o en el entorno próximo (incluso Madrid): médicos, abogados, economistas, directivos bancarios, empresarios, funcionarios, profesores universitarios y gentes así, bien situados en el entramado social…
…Pues sí Juan Estanislao, como muy bien dices todo es «confuso, quizá» empezando por ti que desfilas con la cofradía de los Hortelanos y que de ese oficio no tienes absolutamente nada. Ni los mozárabes lo son; ni los investigadores investigan nada (que yo sepa, algunos son maestros de escuela o simplemente arrimados al asunto), ni los Infanzones de Illescas son de Illescas, ni los caballeros del Santo Sepulcro han estado nunca en Jerusalén, supongo, y todo así. Solo faltaría que los curas no se creyeran lo del misterio teológico de la transustanciación. Más bien parece una teatralización inspirada en los peores momentos de la rígida ortodoxia católica; aunque nunca se asumirá como tal, sino como la natural expresión tradicional de la fe. Si, ya se sabe que la tradición ancla culturalmente los espíritus y proporciona una cierta paz pero, en este caso, es más bien neutralizadora somnolencia…
Sr. Flexible. Le gusta asociarse y consigue desconcertarnos con sus razones y el amplio colorido de sus carnés. Comenta con entusiasmo las vicisitudes que se dan en las agrupaciones a las que está apuntado y, a veces, participa en intrigantes y banales pugnas de poder. No se prevén grandes convulsiones en su vida futura. No amenaza ningún orden establecido; ni siquiera el suyo. Aprecia la gastronomía sin matices y las playas, también sin matices.