"...hay que seguir transitando por el sexo, los libros y los viajes,…" Roberto Bolaño
DIGRESIÓN TRES. The Homesman (Deuda de honor), 2014, EE.UU. Tommy Lee Jones. Guión: Tommy Lee Jones, Kieran Fitzgerald, Wesley Oliver. Intérpretes: Tommy Lee Jones, Hilary Swank, Grace Gummer, Miranda Otto, Sonja Ritcher. La protagonista de esta historia es una mujer fuerte y extraña, sola y con una inquebrantable voluntad y presencia de ánimo que se comporta con entereza y determinación, incluso hasta el fatal momento en el que se quiebra. Junto a ella un forajido (Jones), enorme y auténtico como ser humano a la deriva. Con ellos, tres mujeres con un grado de enajenación mental severo. Seres que han perdido la más básica percepción y conexión con la realidad. Avanzan en una carreta por una llanura interminable del medio oeste, desde Nebraska hasta Iowa, donde llevan a las tres mujeres para que traten su aparentemente irreversible demencia. Viaje desolado por tierras desoladas que solo puede conducir a un final desolador. En ese viaje, los personajes encarnados por Jones y Swank, desnudan sus vidas, sus miedos y debilidades. También su grandeza porque ambos lo son. Las tres pobres locas no articulan ni una sola palabra en toda la historia, pero no por eso resultan inexpresivas, todo lo contrario, componen unos personajes matizados en su turbador e inconsolable destino. Qué inmenso placer supone el reencuentro con las sensaciones épicas y luminosas que siempre me han regalado los clásicos westerns. Película de género que para bien del mundo y de los recalcitrantes nostálgicos como yo, no muere, no ha muerto y espero que no lo haga nunca (no habrá problema con eso para mí, antes me moriré yo). Un gozo ético y estético. Inmensa película, un precioso y preciado obsequio de Tommy Lee Jones.
«-con una especie de ofrenda psíquica-, de dar su debilidad y timidez a cambio de una trato preferente. Esta clase de arreglos eran característicamente femeninos o infantiles» Saul Bellow. El personaje es Moses Herzog: humano, muy humano. Las grandes obras lo son, porque universalizan bellamente lo importante: hay muchos tipos de belleza, pero, cuando ésta es cierta, siempre se sabe, o al menos lo saben quienes tienen que saberlo; los demás dan igual.
INTERSTICIO INGRÁVIDO…Después de varios meses de trabajo en la versión 1.4 de la web y de los flecos que aún me quedan por resolver, estoy muy cansado de tanta tensión de naturaleza técnica y poco creativa así que nos iremos unos días de viaje, que siempre está muy bien. Pero aún no está claro dónde, así que lo mismo nos quedamos dando vueltas a -dónde podríamos haber ido si hubiéramos ido a alguna parte- (parafraseando a Vila Matas) …
…»Un lugar no es sólo su presente, sino también ese laberinto de tiempos y épocas diferentes que se entrecruzan en un paisaje y lo constituyen; así como pliegues, arrugas, expresiones excavadas por la felicidad o la melancolía, no sólo marcan un rostro sino que son el rostro de esa persona, que nunca tiene sólo la edad o el estado de ánimo de aquel momento, sino el conjunto de todas las edades y todos los estados de ánimo de su vida». Claudio Magris. Sí, así ocurre con las ciudades. Y con sus gentes, que van viviendo, luego conformándose con capas y capas de vivencias sedimentadas, con el aura de otros tiempos que está en el aire, en la luz, en las formas y que lo impregna todo; con un destilado de épocas depositadas en la geografía de su ciudad que no es otra cosa que cultura, viva o muerta, da igual porque actúa de todas formas. Más tarde, allí, más o menos fortuitamente, aparecemos los visitantes y miramos, a veces vívidamente, otras indiferentes, otras alegremente, otras racionalmente, de muchas formas, de todas las imaginables; pero eso a los de allí les importa poco porque ellos están enfrascados en lo suyo que no es otra cosa que evitar el dolor y bailar danzas amables con el tiempo…