"La literatura no es un pasatiempo ni una evasión, sino una forma –quizá la más completa y profunda de examinar la condición humana". Ernesto Sábato
MÁS DE ARTE (del último arte): las páginas dedicadas a la crítica de arte, de periódicos que sigo con más o menos interés, se están convirtiendo en un motivo para mi risa semanal. No, no es que me haga gracia el esforzado trabajo de los que escriben y tampoco lo que hacen los artistas, sino que, a veces, me entero de cosas verdaderamente divertidas…
EL LIBRO DE LA RISA.
Barcelonesa. Este hombre, estático, ofrece el espectáculo de su puesta en escena y su inmovilidad (supongo). Estaba situado en las Ramblas de Barcelona, una mañana primaveral. El juego consistía en que él hacía bien su trabajo (permanecer parado), los transeúntes y ocasionales espectadores le mirábamos un rato o fotografiábamos (como yo), echábamos unas monedas y continuábamos camino
Un poco más adelante estaba este otro. Me sorprendió la progresión cronológica del melodrama histórico. Debía haber una coordinación o una dirección de escena oculta o a lo mejor los protagonistas eran amigos o se habían constituido en cooperativa.
Finalmente este otro. El atrezzo era bueno y las interpretaciones también. Cada uno de los personajes tenía adjudicado un momento histórico singular. Épocas marcadas por culturas predominantes y seguras de sí mismas, que se creyeron en el derecho y el deber de imponer sus valores y cultura a los demás. Por mi parte tienen mi simpatía, salvo el cruzado, del que no me gusta ni la inutilidad de su aventura ni los ideales religioso-oscurantistas que la movieron. Soy de la opinión que las culturas expansivas y evolucionadas, alentadas por valores liberales democráticos y movidas por economías pujantes, a más corto o largo plazo mejoran el bienestar y la libertad de las personas. Sobre todo porque neutralizan o dificultan la proliferación de pequeños y criminales dictadorzuelos y de microculturas esclavas de tradiciones obsoletas; aislamientos cegatos que miran obsesivamente a sus «identidades culturales» donde, para colmo de la desgracia, en esos estrechos agujeros llamados ombligos, sólo suele haber una pelusilla grasienta y maloliente por falta de higiene.
HOMBRE. Animal tan extraviado en la complaciente contemplación de lo que cree ser que no tiene en cuenta lo que indudablemente debería ser. Ambrose Bierce.