"Goza sin cesar de la soledad". Marco Aurelio

© 2016 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2016
Localizacion
Museo de Historia Nacional de Rumanía, en Bucarest
Soporte de imagen
-120 MM- ILFORD DELTA 3200 (6400)
Referencia
1838
© 2016 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2016
Localizacion
Museo de Historia Nacional de Rumanía, en Bucarest
Soporte de imagen
-120 MM- ILFORD DELTA 3200 (6400)
Fecha de diario
2019-08-01
Referencia
1836

DIGRESIÓN UNA (I). Homero, Ilíada. Alessandro Baricco (2004) Edit. Anagrama. Ebook (2017). He llegado a la sesentena sin haber leído la Ilíada. Ahora, y antes de que fuera tarde, lo he hecho en la versión resumida o para ser leída en público que ha hecho Baricco. Dice él: “…pensé en intervenir en el texto para adaptarlo a una lectura pública”. (…) “No corté, casi nunca, escenas completas, sino que me limité, en lo posible, a eliminar repeticiones, que en la Ilíada son numerosas, y a aligerar un poco el texto”.  Al parecer y según aclara, ha eliminado las apariciones de los dioses, para resaltar los hechos humanos. Más adelante: “Como decía Lukács, la novela es la epopeya de un mundo abandonado por los dioses”. Acertadísima cita. Lo más importante de esta versión es que está narrada en primera persona por los protagonistas más legendarios, en capítulos singulares que combina consiguiendo un relato dinámico y homogéneo, en un tiempo correlativo ajustado a la narración original. Respetuosa y cuidadosa recreación, de una prosa refinada, elocuente, que se sustenta sobre un perfecto equilibrio literario. Un bello ejemplo de sugestión poética, referido a la épica de los caballos: “…Ellos no habían nacido para sufrir la vejez o la muerte, ellos eran inmortales. Pero habían cabalgado al lado del hombre, y de él habían llegado a aprender el dolor: porque no hay nada sobre la faz de la tierra, nada que respire o camine, nada tan infeliz como lo es el hombre”. Una curiosidad, en mi caso: a partir de esta obra acabo de enterarme de que la Ilíada, en el relato de Homero, acaba en el momento en que Príamo recupera el cadáver de su hijo, Héctor. Ninguna alusión al famoso hecho del caballo ideado por Ulises, que sucede después. Baricco incluye en su versión ese famoso hecho a partir de fragmentos de La toma de Ilio, de Trifiodoro, escritos en el siglo IV después de Cristo…

© 2016 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2016
Localizacion
Museo de Historia Nacional de Rumanía, en Bucarest
Soporte de imagen
-120 MM- ILFORD DELTA 3200 (6400)
Fecha de diario
2019-08-02
Referencia
1246

DIGRESIÓN UNA (II). Homero, Ilíada. Alessandro Baricco (2004) Edit. Anagrama. Ebook (2017). El destilado de la obra, además de la fascinación lírico-épica que provocan los hechos en sí y el aura mitológica que se desprende de ellos, sugiere una ineludible reflexión sobre la belleza que contiene la guerra, más allá de piadosas consideraciones pacifistas. Los hombres, desde que habitan este mundo, han guerreado siempre, es inherente a la naturaleza humana y a su anhelo de eternidad y transcendencia. Desde el principio de los tiempos, pueblos se han enfrentado a pueblos, religiones a religiones, ideologías a ideologías, vecinos a vecinos, pasiones a pasiones. Y también, por las ciegas enajenaciones del incontenible deseo de poder. Y así continuará siendo hasta el final de los tiempos. Solo podemos desear o tal vez consolarnos con que la literatura y el arte lo cuenten con la belleza expresiva con la que lo hizo la Ilíada. Dice Baricco, entre otras importantes reflexiones, a modo de conclusión y síntesis de la obra: “En este homenaje a la belleza de la guerra, la Ilíada nos obliga a recordar algo molesto pero inexorablemente verdadero: durante milenios la guerra ha sido, para los hombres, la circunstancia en la que la intensidad -la belleza- de la vida se desencadenaba en toda su potencia y verdad. Era casi la única posibilidad para cambiar el propio destino, para encontrar la verdad de uno mismo, para elevarse a una alta concienciación ética. Frente a las anémicas emociones de la vida y a la mediocre estatura moral de la cotidianidad, la guerra ponía en marcha el mundo y empujaba a los individuos más allá de los límites acostumbrados, hasta un lugar del alma que debía de parecerles a ellos, por fin, el punto de llegada de toda búsqueda y todo deseo”.

© 2016 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2016
Localizacion
Museo de Historia Nacional de Rumanía, en Bucarest
Soporte de imagen
-120 MM- ILFORD DELTA 3200 (6400)
Referencia
1837
© 2016 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2016
Localizacion
Museo de Historia Nacional de Rumanía, en Bucarest
Soporte de imagen
-120 MM- ILFORD DELTA 3200 (6400)
Referencia
1241
© 2003 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2003
Localizacion
Roma (Italia)
Soporte de imagen
-120 MM AGFA 100
Referencia
587

Poco antes de la total extinción, la resisencia de los objetos a morir…

El filón aurífero se había agotado. En los sacos de oro solo había polvo…

Después de la batalla o los hombres que amaban las guerras…

"En su silencio están las voces desvanecidas; en su tierra reseca, los pasos perdidos en el crepúsculo de los días…". Rafael Argullol

La forja de una vocación…

"De repente, el silencio". Jean-Claude de Feugas