"Todo buen arte es abstracto en su estructura". Paul Strand
LA VIDA INMEDIATA VII. Miércoles, dos de noviembre. De las seis y media a las nueve y media de la mañana me he peleado fieramente con la línea de comunicación por la que llega el mundo a mi pantalla (internet), y me he visto en la necesidad de hacerlo porque la dichosa línea apenas si funciona. Se corta constantemente. Me acaban de instalar fibra óptica y cuando lo hicieron me ilusioné suponiendo que todo se arreglaría, que todo iría mucho mejor, pero que va, funciona sensiblemente peor, es más, apenas funciona. Estoy muy enfadado. La tecnóloga de la casa es Naty pero ella, después de interminables conversaciones con los técnicos de la compañía (Movistar), apenas si ha conseguido nada; bueno sí, lo han conseguido ellos, porque nos vendieron un aparatito al que llaman -repetidor- pero que no sabe repetir nada, no sé si porque está sordo o mudo, o ambas cosas. Ah, se me olvidaba, antes teníamos una línea que el técnico que vino a perpetrar el ataque masivo a nuestra modesta red llamaba «el cobre», una anacronía según daba a entender con su tono despectivo, que funcionaba lentamente pero sin descanso. Ahora, con la dichosa fibra óptica y lo que llaman router y un repetidor, al parecer ambos de última generación, no funciona nada. Esta tarde iré a una tienda de mascotas, compraré un loro al que colocaré mirando fijamente el final del cable, equidistante del ordenador y seguro que el animalito lo repite todo estupendamente.
…y esta también. Los domingos salía de mi casa al amanecer y me dedicaba a buscar desesperadamente motivos que fotografiar y encontraba estos «temas» carentes de sentido y emoción. Técnicamente progresaba, resolvía más ortodoxamente las imágenes, pero, coño, eran tan aburridas…
8:40 AM. La luz del sol golpea contra la estructura metálica polvorienta y desentraña telarañas y sombras. El resto del año no pasará del umbral, frustrada por las piedras que se ciernen sobre la construcción y por un ángulo de incidencia angosto e imposible. Fotografío un rato hasta que me canso de que los peces muertos que flotan en el río, pasen demasiado lejos de mi objetivo y mis intenciones.