“Yo adolecía de la tendencia al aislamiento propia de los hijos únicos…”. Haruki Murakami
…El tono áureo quizá sea una bella, sugerente, e irreal forma de llegar a una determinada esencia o espíritu para algunas imágenes que buscan esa otra apariencia de lo objetivo y palpable. Puede que, el único sentido de la fotografía, tan poco artística y tan artesanal (y ahora tecnológica y trivial), sea buscar el otro lado de lo aparente. A mí, para eso, me ayuda mucho el Cloruro de Oro. Al menos eso creo. Las fotografías elegidas para ese costoso e in-útil proceso sugieren algo de ese otro lado de la árida inmediatez. Por eso me gustan tanto…
Este era un pivote de granito pintado con cal que marcaba el límite entre la finca en la que mi padre era el encargado y la finca que yo guardaba. Mis padres y mi hermana vivían en una casa grande y servían a dueños más importantes: marqueses. Tenían agua, luz, piscina, teléfono, de todo; nada que ver con la nuestra. El niño siempre quería estar con ellos, se encontraba más cómodo y a su madre y a mí nos disgustaba. Creo que mi padre, al que llamaban el Sr. Pepe, pensaba y así me lo insinuó alguna vez que yo era incapaz de progresar. Me sentía dolido.
-Érase, hace mucho tiempo-, la segunda serie del capítulo dedicado a la FOTOGRAFÍA. Dentro de un tiempo seguiré presentando más (supongo). Luego lo dejaré, aunque todavía no sé el qué. Supongo que es saludable ir arrojando cosas por la ventana, y así abrir la posibilidad de que aparezcan otras que renueven deseos y anhelos. Es justamente lo que hice después del tiempo de la –ilusión- (ayer), cambiar de mirada y realizar fotografías distintas. No me salió bien. Dediqué mucho tiempo a motivos sin sentido y a cultivar un estilo que no me era propio; o sí, porque lo cierto es que no he vuelto a realizar fotografías como las primeras, y tiempo he tenido. Como decía Juan Marsé en una entrevista reciente: «Quería hacer algo diferente, pero me ha salido esto». Hay un antes y un después de Septiembre de mil novecientos setenta y nueve (hace tanto tiempo ya). Las imágenes de esta serie son algunas de las realizadas hasta finales de mil novecientos ochenta y uno.
Augusto Monterroso, decálogo del escritor:
Noveno: «Cree en ti, pero no tanto; duda de ti, pero no tanto. Cuando sientas duda, cree; cuando creas, duda. En esto estriba la única verdadera sabiduría que puede acompañar a un escritor».
pepe fuentes, decálogo fotográfico (solo de uso personal):
Noveno: Siempre hay que confiar en la fotografía más que en los fotógrafos: en el buen comportamiento de las máquinas y en los procesos alquímicos de soportes y reveladores. Y tener fe en el misterio y la voluntad de lo incontrolable y apenas en la realidad visible y aparente. Es la fotografía la que interpreta lo que el fotógrafo nunca ve del todo.