"Hallarás la distancia que te separa de ellos, uniéndote a ellos". Antonio Porchia
DIGRESIÓN CINCO. El ángel. Argentina (2018). Guion y dirección: Luis Ortega. Intérpretes: Lorenzo Ferro, Chino Darín, Cecilia Roth, Daniel Fanego, Mercedes Morán, Luis Gnecco, Peter Lanzani, William Prociuk, Malena Villa. Carlos, Carlitos, es un ser perturbador y posiblemente perturbado. Calificar los arcanos de la mente humana no es fácil (para mí). Todavía vive (tiene un año más que yo) y lleva en la cárcel cuarenta y siete años (yo no habría aguantado tanto, ni mucho menos). Es el personaje real que sostiene esta espléndida película, cuando tenía apenas veinte años. Es asombroso el parecido con el actor que interpreta la historia (prodigioso casting). Los detalles sobre su biografía están en Wikipedia y hay fotos en internet, muchas. El chico de la fotografía de hoy solo se asemeja al protagonista en el mechón de pelo rubio (no sé si en lo de ser o no ser gay también). Lo único que quiero resaltar en la digresión de hoy es que la película es excelente, intensa y absolutamente creíble, a pesar de que a Robledo Puch, el real, no le gustara nada, es más, se enfadó mucho cuando la vio. Lorenzo Ferro consigue, con pasmosa naturalidad, hacer verosímil a un ser aterrador, capaz de disparar fríamente a cualquier persona sin motivo suficiente que lo justifique realmente, ni siquiera remotamente. De cualquier modo, sobre este aspecto de las decisiones personales, en lo que a mí se refiere, yo no he conseguido saber con seguridad, a lo largo de mi larga vida ya, si hay razones suficientes para disparar o no a alguien. Supongo que eso es una cuestión de circunstancias (o de la categoría del hijo de puta que se te ponga enfrente). Para Robledo Puch (o Carlitos Brown) la vida de los otros carecía de importancia. Solo tenía sentido su presente y sus deseos y matar resultaba un detalle, un obstáculo fácilmente superable, sin importancia. Era su razón de ser, simplemente. El personaje que nos presenta Luis Ortega es un ser que, después de asesinar, muestra un gesto de estupor, nunca de arrepentimiento, asombrado y fascinado de su propio poder. No tiene conciencia de que lo que hace esté mal; simplemente sucede porque es inherente e inevitable al hecho de que el planeta gire y el viva en él. Si a Carlos Robledo Puch no lo hubieran detenido nunca, o hubieran tardado mucho tiempo en hacerlo, los muertos, en vez de once, habrían sido decenas o cientos. Cuando conoció la condena dijo: “Esto fue un circo romano. Algún día voy a salir y los voy a matar a todos”. Probablemente lo habría hecho, no lo sé. Pero todavía no ha salido, desde 1972. La película consigue recrear una historia aterradora, sórdida, desasosegante. Los personajes que la habitan, y sobre todo Carlitos, no pueden ser más diabólicamente creíbles. Excelente.
EL MUNDO GAY O LA INCERTIDUMBRE XIV. Me moví por el jolgorio durante cuatro horas, más o menos, fotografiando por aquí y por allá, sin ningún propósito en especial: solo dirigía el objetivo hacia lo que me llamaba la atención. Cambiaba los rollos cuando se acababan y seguía. Una de las veces en que me disponía a realizar la fastidiosa operación de cambiarlo en mi vieja cámara grande, se acercó el de la fotografía de hoy (no sé si era hombre o mujer) a pedirme una foto. Le contesté que me arriesgaría a hacérsela pero que no tenía claro si cabría en la cola de rollo que me quedaba. Se la hice y me lo agradeció cortésmente. Después seguimos con nuestras vidas, claro. Y la fotografía entró, entró…
EL MUNDO GAY O LA INCERTIDUMBRE XXI. Ante la falta de contenido literario por mi parte, tendré que buscar la ayuda de lo escrito por otros, es decir, citas de artistas, generalmente escritores, que suelen ser espléndidas y creativas formulaciones sobre cualquier tema. Otro de los beneficios que ofrecen las citas, es que quien las incluye causa buena impresión intelectual, además de pasar por una persona leída, culta, interesante (como yo he pretendido ser siempre). Pero eso será mañana, porque tengo que estirar lo más que pueda los días hasta el veintiocho, en el que escribiré a mi nieta Emma Louise…
EL MUNDO GAY O LA INCERTIDUMBRE XV. Estoy exhausto de empeñarme en escribir sin tener nada que decir. Es como la vida, que seguimos y seguimos con ella, o más bien tirando de ella, sin saber por qué. Algo que me gusta mucho de los Gays es que se ríen mucho, en contraste con los Creyentes, que no se ríen nunca cuando escenifican lo suyo. Sin embargo, los Gays son muy distintos, al menos aparentemente, y ríen y ríen y ríen, como si la vida fuera tremendamente divertida. Por eso me gustan y los fotografío con algo de ganas…