No sé lo que importa, quizá todo, o tal vez nada, pero al menos parece que desean vivir…

…Obviamente para mi era secundario su opción sexual, aunque si hubieran sido heterosexuales se habrían mostrado mucho más circunspectos y eso habría perjudicado seriamente mis intenciones y las de mis viejas cámaras. Parece que una cierta desinhibición al expresar sus gustos sexuales les otorga una desenvoltura y simpatía de lo más estimulante. No obstante, tengo un temor, quizá infundado porque aún parecen dispuestos a la lucha por la singularidad, y es que a fuerza de conquistar espacios de «normalidad» social, lleguen a ser tan aburridos, previsibles y simples como los heterosexuales…

EL MUNDO GAY O LA INCERTIDUMBRE XXIV. Creo que iré acabando ya, no sin antes acordarme de algunas cosas de las que he hablado este mes, como que las dichosas revoluciones, las que han atosigado a millones de personas, especialmente a lo largo del siglo XX, no sirven para mucho más que para hacer sufrir trágicamente a los que les han caído encima. Sin embargo, no cuestiono en absoluto la revolución francesa, que sirvió para que la humanidad diera un impresionante salto hacia delante, como nunca había sucedido hasta entonces. En el mundo occidental todos somos hijos de ella, afortunadamente y para nuestro bien. El origen de la libertad que se vivía en la tarde del uno de Julio, está precisamente ahí, me parece, aunque en otros momentos de la historia de la humanidad haya habido tolerancia sexual, nunca ha sido tan abierta y universal como ahora (en el mundo occidental, claro). Ah, y que no se me olvide el asuntillo de Mr. Fraser, el fotógrafo matemático (de fama mundial). No, no comparto en absoluto su retorcido e inútil propósito de asociar una estimable fotografía de una vaca de culo con un concepto matemático. No manipules a las vacas ni a los espectadores con los jodidos conceptos. Déjame a mí que me las entienda con tu vaca desde la emoción o el interés que pueda suscitarme, sin necesidad de que me hables de su estructura de ADN, que hace que me cortes el «rollo» de la belleza vacuna, o de su fealdad  ¡¡¡joder!!!

EL MUNDO GAY O LA INCERTIDUMBRE XIX. No me pasó nada digno de mención. Solo fotografié. No hablé con nadie (solo con la persona del género neutro que me pidió una fotografía). Otros años, había gentes que se interesaban por mi vieja cámara grande (es muy vintage), pero este año ni eso. Cuando me reuní con Naty, al final de la sesión (nueve y media), ella me dijo que tampoco había tenido ninguna experiencia reseñable (salvo que no se desmayó, como el día de los Creyentes), así que concluimos que la tarde había sido bastante previsible (aunque mucho menos que cualquiera de las de mi vida cotidiana), aunque esta franca risa de uno de ellos pueda indicar lo contrario…

EL MUNDO GAY O LA INCERTIDUMBRE XXIII. La edad, ¡¡¡oh, el maldito y detestable deterioro!!!, que en el caso del sexo supone que te sacan del fantástico juego de los deseos. La mayor parte de los entregados y alegres participantes en la fiesta eran jóvenes, luego están en el asunto con todo merecimiento. Los que no lo somos, ya estamos fuera de esa frenética, apasionante e incierta carrera vital. De la vida en estado puro. A los viejos solo nos queda imaginar la puesta en escena del juego amoroso con una ligera e indulgente nostalgia. Supongo que la Incertidumbre inmediata para muchos de los Gays actuantes consistía en no saber con quién y de qué modo acabaría la noche. Yo, sin embargo, sí sabía cómo acabaría, por supuesto. Y sí, acabó justamente como suponía…

EL MUNDO GAY O LA INCERTIDUMBRE XVIII. La versión de este año me ha parecido la más aburrida de todas desde el comienzo o desde que asisto a la representación. Al parecer estaba previsto que sería la más numerosa en cuanto a asistencia, y sí, la muchedumbre era abrumadora, exagerada, insoportable. Pero faltaba chispa, y divertimento, y originalidad, y disfraces, y diversidad. A medida que pasan los años y van llegando nuevas agrupaciones y pancartas la fiesta se vulgariza y normaliza. A este paso y en poco tiempo se parecerá al uno de mayo, entonces dejaré de fotografiar, por la misma razón que nunca me han interesado las manifestaciones políticas. Me estimulan las gentes que avanzan por el alambre y que no se caen, al menos, aparentemente…