"Todo lo que es hermoso tiene su instante, y pasa". Luis Cernuda
UN DÍA EN TUCSON (hace ahora trece años) I
Ahora, hoy mismo, me gustaría estar en Tucson (Arizona) y no retorciéndome de dolor en mi casa, por culpa de Míster Zoster.
Estuvimos en esa ciudad en una “road movie” por el sur de Estados Unidos que, aunque larga (de Oeste a Este), no fue lo intensa y profunda que me habría gustado. Ahora, apenas me acuerdo de lo que hicimos y, lo más importante, de lo que no hicimos en aquél maravilloso viaje. En ningún momento, mientras lo hacíamos, tuve la sensación de que fuera maravilloso. Ahora sí. Siempre pasa lo mismo: la vida se vive en toda su dimensión, siempre, con carácter retroactivo. Algo no funciona bien en la cabeza de los humanos, al menos en la mía…
La Fotografía: Lo que sí sé (tengo fotografías) es que estuvimos en un cementerio de aviones y, quizá, fue la mejor experiencia fotográfica de nuestra estancia allí, en Tucson.
… UN DÍA EN TUCSON (hace ahora trece años) III
No sin algún esfuerzo encontramos la zona donde había varios cementerios. Los aviones se encontraban en largas filas en recintos cerrados, detrás de vallas metálicas. Era la típica situación que necesita gestión, la que yo no suelo hacer nunca. Sin embargo, Naty no estaba dispuesta a dejar pasar la oportunidad y, decidida, se dirigió a una especie de oficina de uno de ellos y expuso nuestras pretensiones a un tipo sentado detrás de una mesa, que parecía ser el jefe de la chatarrería aérea. Sorprendentemente, el individuo no puso ninguna objeción y nos invitó a pasar con toda naturalidad, sin la menor condición. Me encantó la disposición del jefe. Deambulamos y fotografiamos sin ninguna cortapisa o vigilancia. Cuando terminamos no sentimos obligados y ofrecimos al Jefe una compensación económica que él rechazó con determinación. Quizá cometimos una incorrección, pero fue lo que nos salió porque nos sentíamos agradecidos.
La Fotografía: Positivé algunas de las fotografías y las que más me gustaron las viré al cloruro de oro (mi viraje estrella). Otras no. Son fotografías que salvaría de un hipotético incendio o, dicho de otro modo, están en una improbable y muy exigente selección entre las miles de imágenes que he realizado a lo largo del tiempo.