Las palomas muertas iban y venían, volando lentamente porque ya estaban muertas…
Y LAS PALOMAS VOLARON DESPUÉS DE MUERTAS (absurda y artística secuencia en cuatro imágenes y un propósito que no sé cuál es, faltaría más):
«Las palomas muertas llegaban a intervalos regulares e iban posándose en los soportes que había colocado para ellas en la habitación abandonada…»
«…para que posarán para mí, y para mi exigente cámara, en una fotografía necesaria de palomas que volaban después de muertas…»
«…la cámara, montada sobre el trípode, se disparaba sola cada vez que una paloma muerta se posaba. En otras habitaciones, las palomas vivas zureaban y revoloteaban, pero esas, a mi cámara y a mí, no nos interesaban en absoluto. Fin de la absurda secuencia: -y las palomas volaron después de muertas-. Artística, naturalmente
«…El cansancio me acuciaba, pero sentía una irreprimible curiosidad por saber cuántas palomas muertas se sentirían tentadas y caerían en el reclamo que les había preparado…»