"Todo artista debe acceder a perder la vida". Pascal Quignard
…Entre las construcciones semiderruidas se encontraba La Casona, también conocida como el Hotel, donde el Conde propietario recibía sus visitas. Los Condes y vizcondes que la han habitado durante decenas de años han muerto o se han ido para no volver. Ahora no queda nadie, sólo los restos del naufragio de tierra adentro. La Casona se cae cada día un poco. Por allí sólo aparecen de vez en cuando seres desorientados y abocados también a una caída cierta…
Dos de Octubre, por la mañana: toma fotográfica en La Habitación de Retratar, desde las diez hasta la una y media. Luego, cargué el equipo y el atrezo en el coche, comí algo apresuradamente, de pie, y viajé a Aranjuez a visitar una casa cerrada y oscura. De lo que hice después apenas me acuerdo, sólo que volví a mi casa a las ocho y media de la tarde, preparé la cena y me tendí en el sillón. Me sentía terriblemente cansado por la frenética actividad del día, especialmente de la tarde, aunque no me acordara exactamente de lo que hice; sólo que, por la tarde, predominaron las sombras y un abandono oscuro y húmedo. Inquietante…
DIGRESIÓN TRES. Les Revenants (2012), Fabrice Gobert y Emmanuel Carrère (coguionista). Serie TV. Francia. Primera temporada, ocho capítulos. A veces el azar funciona de un modo gratificante y feliz. Un jueves me tropecé con una noticia cultural a propósito de la edición de la novela El Reino, de Emmanuel Carrère, uno de mis últimos autores favoritos. Inmediatamente compré el eBook (me he pasado a este sistema de lectura sin sombra de duda) y eso me permitió tener a mi disposición la lectura unos minutos después. En el prólogo dice Carrère a propósito de Les Revenants: «…en una noche, en una población de montaña, se aparecen unos muertos. No se sabe por qué ni por qué aquellos muertos en vez de otros. Ellos mismos no saben que están muertos. Lo descubren en la mirada asustada de las personas a las que aman y que les amaban, y a cuyo lado les gustaría recuperar su sitio. No son zombis, no son fantasmas, no son vampiros. No estamos en una película fantástica, sino en la realidad. Se plantea seriamente la pregunta: ¿qué ocurriría si, supongamos, esa cosa imposible sucediese de verdad?…«. A partir de esa premisa la necesidad de ver la serie se impuso irresistiblemente. El viernes por la noche nos dispusimos a verla con ganas. Sobre la historia se cernían muchos interrogantes porque, con ese núcleo argumental, no es fácil hacerla creíble; a pesar de la gran confianza que me merece Carrère…
…las bajo. A estas alturas del dos mil doce estoy algo confundido. A lo largo de este año he realizado más toma que en cualquiera de estos últimos. En el diario del catorce de marzo escribí lo siguiente: «El veintinueve de febrero, no pude soportar más mi retiro y, acuciado por el sol que cada día calienta más, y por unas ganas irrefrenables de andar por ahí, caprichosamente, sin intenciones, salvo la de fotografiar, guardé cuidadosamente los negativos pendientes de positivado, cogí los bártulos, y me fui a deambular por el campo…». Y, sí, he cumplido el propósito, pero no porque fuera un objetivo a realizar necesariamente, ya que eso a mí no me vincula, sino porque he sentido la necesidad de trabajar en la toma. Es el momento más excitante del proceso…