"Abrí el periódico y se me distrajo de inmediato la atención". Peter Handke

© 2013 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2013
Localizacion
El Alamín, Villa del Prado, (España)
Soporte de imagen
-120 MM- ILFORD SFX. 200 (100)
Soporte de copias
ILFORD MULTIGRADO BARITADO
Viraje
SELENIO
Tamaño
18 x 22,7 cm
Copiado máximo en soporte baritado
3
Año de copiado
2014
Fecha de diario
2015-02-01
Referencia
6485

DIGRESIÓN UNA (1): El impostor, Javier Cercas (2013). Me gusta mucho Cercas como escritor. Españoles que también me encantan: Chirbes (quizá el que más), Muñoz Molina, Marsé, Vila Matas, Azúa, Menéndez Salmón; bueno, pararé porque si sigo  haría una lista interminable y eso solo de los que siguen vivos. Hasta Javier Marías me gusta. El caso es que acabo de terminar El impostor, su última novela; o no y tal vez no sea una novela. No podría calificarla de ficción absolutamente. Recrea a un personaje: Enric Marco Batlle, y de paso también aprovecha Cercas para recrearse a sí mismo, en un bulto que le sale a la obra hacia el final. «Yo no quería escribir este libro» dice en el primer párrafo (pero lo hace y admirablemente, por cierto). Absorbente ya desde la primera línea, a lo largo de toda la «ficción-ensayística» (supongo que él no estaría de acuerdo con esta definición, pero él nunca verá este texto, por supuesto) subyacen varias reflexiones: dicotomías entre la verdad y la mentira; entre la historia y la ficción; entre la creación que busca una determinada verdad a través de ella o la simple y narcisista suplantación de lo histórico y tal vez de lo real; entre la ejemplaridad y la grosera vanidad. También y sobre todo, creo, sobre los límites éticos de la enajenación en aras de una mayor riqueza e intensidad vivencial. «Nadie o casi nadie duda de que las ficciones proponen una verdad: una verdad huidiza, profunda, ambigua, contradictoria, irónica y elusiva, una verdad no factual sino moral, no concreta  sino universal, no histórica o periodística sino literaria o artística; pero muchos niegan que las ficciones sean mentira.» Javier Cercas. Nunca he pensado o sentido que las ficciones sean mentiras, sino honestas y necesarias aproximaciones a la verdad (o a la mentira). Imprescindibles como el aire, no podemos vivir sin ellas, nadie puede. A mí, como a Cercas, me repelen los mentirosos, no los puedo soportar, pero la clave está en los límites o más bien en las razones: hay una clara diferencia entre las primarias, vanidosas y aborrecibles mentiras kistch (Marco Batlle) y las que se elaboran por razones artísticas, creativas, las que indagan los otros perfiles del sentir, del percibir: «El arte es una mentira; una mentira que nos hace ver la verdad»Pablo Picasso. Es indudable, y eso queda claro a lo largo de la obra, que Enric Marco es un hombre inteligente (hay mentirosos tontos y cuando tropiezas con alguno se convierte en una insoportable tortura hasta que consigues expulsarlo de tu vida), porque como señala Cercas a propósito de la «técnica» e indudables habilidades de Marco: «Como sabe cualquier buen mentiroso, una mentira sólo triunfa si va amasada con verdades»…

© 2013 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2013
Localizacion
El Alamín, Villa del Prado, (España)
Soporte de imagen
-120 MM- ILFORD SFX. 200 (100)
Soporte de copias
ILFORD MULTIGRADO BARITADO
Viraje
SELENIO
Tamaño
18 x 22,7 cm
Copiado máximo en soporte baritado
2
Año de copiado
2014
Referencia
6487
© 2013 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2013
Localizacion
El Alamín, Villa del Prado, (España)
Soporte de imagen
-120 MM- ILFORD SFX. 200 (100)
Soporte de copias
ILFORD MULTIGRADO BARITADO
Viraje
SELENIO
Tamaño
18 x 22,7 cm
Copiado máximo en soporte baritado
4
Año de copiado
2014
Referencia
6488
© 2013 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2013
Localizacion
El Alamín, Villa del Prado, (España)
Soporte de imagen
-120 MM- ILFORD SFX. 200 (100)
Fecha de diario
2013-07-27
Referencia
6544

…Algunos días después: un poblado agrícola también y también abandonado. Al noreste. Lejos. Después de perderme durante más de una hora, como casi siempre, llegué. Eran las doce de la mañana. Di vueltas y vueltas sin encontrar el espacio idóneo; me lo temía porque el lugar lo conocía del año pasado y tampoco me resultó propicio: no fotografié. No obstante, este año, no quería abandonar sin explorar el sitio palmo a palmo. Poco antes de rendirme encontré una pared de una habitación que me pareció adecuada. Descargué la impedimenta y comencé a trabajar. Llené la habitación de equipo y objetos. Estaba seguro de que no había nadie en los alrededores. Cuando más concentrado e intenso estaba, enfrascado en una escena difícil, de pronto, sentí una corriente de aíre que emanaba de una presencia extraña que antes no había percibido y me sobresalté, miré hacia el fondo y allí estaba, un tipo apoyado en el alfeizar de una ventana, mirando socarronamente mis «tonterías». Di tal respingo que el individuo se apresuró a tranquilizarme diciéndome: -no, no se asuste- sólo estaba mirando lo que hacía. Al parecer llevaba un buen rato observándome sin que me percatara…

© pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Referencia
© 2013 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2013
Localizacion
El Alamín, Villa del Prado, (España)
Soporte de imagen
-120 MM- ILFORD SFX. 200 (100)
Tamaño
18 x 22,7 cm
Fecha de diario
2015-02-04
Referencia
6557

DIGRESIÓN DOS (2): El mentiroso, Henry James. Una vez más se me está yendo de las manos mi comentario sobre una obra, literaria en este caso. Vuelvo entonces a la excelente y ligera novela corta de Henry James, algo que me resuena y alude: «No tenía imaginación, pero había llegado a algunas conclusiones a partir de sus sentimientos y de ciertas reflexiones sobre la vida». Sí, quizá llevar una vida aceptablemente digna no sea tan difícil, solo hay que poner algo de vitalidad, sentido común, no dejarse engañar demasiado por las grandes mentiras que sostienen a gran parte del género humano, y no mentir groseramente porque eso es un insulto a los demás. La mentira rompe las reglas del juego de las relaciones humanas: si intentas engañarme ya no puedo confiar en ti luego, cuando hables, no te escucharé y entonces mejor olvidarnos de lo nuestro. Al menos, si hay que mentir, siempre es conveniente y necesario hacerlo bien, con sutileza, elegancia y levedad. La diferencia, me parece, entre un tonto que miente (insoportable) y alguien que también lo hace pero que puede llegar a un nivel sumamente interesante está en el Arte, tabla de salvación para tantas cosas. Lo dice, de algún modo, Henry James:«Lo real representa para mí las cosas que verdaderamente no podemos  desconocer de un modo u otro, de alguna manera… (…). El romántico en cambio expresa las cosas que nunca podremos conocer directamente, las cosas que sólo pueden alcanzarnos a través de magníficos desvíos y subterfugios de nuestros pensamientos y deseos».

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