Dentro de un hombre habia otro hombre, y otro, y otro…
Quería hacer fotografías diferentes…pero eso, me di cuenta enseguida, era un propósito harto difícil…
Lo maravilloso: sentirse ajeno a lo que sucede…
Lo de los vetustos mantos solo es atrezzo, lo que importa es lo que hay debajo, las personas, porque los Creyentes se expresan desde sus caras (supongo), porque ya lo dice el dicho popular: “la cara es el espejo del alma”…
Golpeaban, golpeaban, golpeaban…y todos éramos felices…
"El engaño a la entrada del mundo y el desengaño a la salida". Baltasar Gracián