Llegamos a Tinerhir y dimos una vuelta por la ciudad; pero el paisaje de los alrededores empezó a llamarnos con fuerza y enseguida nos alejamos de ella para adentrarnos por caminos que no parecían llevar a ninguna parte, pero no podíamos parar de avanzar por ellos, esperábamos encontrar algún secreto al remontar alguna pequeña elevación del terreno. Nos detuvimos aquí. Veíamos a lo lejos pequeños grupos de gente que avanzaban por senderos perdiéndose detrás de los montículos y camionetas que nos adelantaban cargadas de gentes y bultos que también se perdían. Dónde iban los caminos y las gentes ?. No nos atrevimos a alejarnos más y fotografiamos aquí, con la tormenta de fondo.
1 OCTUBRE 2005
© 2000 pepe fuentes