LUNA, a los siete años: a la misma edad que tienes en esta fotografía, tuve una maestra que me trató con mucho cariño y que le dijo a mi madre que yo era un niño con una sensibilidad especial y que podría hacer lo que me propusiera. Pienso lo mismo de ti. Mi querida maestra se equivocó, pero el comentario me ha acompañado y reconfortado siempre. Espero que a ti también te sirva y, sobre todo, no equivocarme como mi maestra. Felicidades en tu octavo cumpleaños.
2 OCTUBRE 2005
© 2005 pepe fuentes