Justo Navarro tiene mi edad (lo dice el medio donde lo entrevistan). Justo Navarro es escritor y un tipo inteligente, con ideas, con criterios. Justo Navarro es una artista, de eso no hay duda, todo el mundo lo reconoce y yo no voy a llevar la contraria a tanta gente, faltaría más. No he leído nada de Justo Navarro y no creo que lo haga. Por qué? No lo sé, porque a mi Justo Navarro (del que no sabía nada: no puedo conocer a todo el mundo) me gusta, y estoy de acuerdo con él en muchas cosas de las que habla; por ejemplo lo que dice sobre la figura del padre y algunas otras. Qué problema puedo tener yo con Justo Navarro, si, incluso nos parecemos un poco físicamente? objetivamente ninguno, hasta sería capaz de charlar con él un ratito. Probablemente, la razón de mi rechazo no es otra que la envidia; sí, así de simple y humano. Aunque esté muy mal vista (nadie confiesa que es envidioso) y quizá sea una bajeza; pero es que yo no soy espiritualmente elevado ¡qué le voy a hacer! A veces, se me pone en marcha un mecanismo (simple, por otra parte) que consiste en que, cuando me encuentro con alguien que lleva en el mundo exactamente el mismo tiempo que yo y que ha aprovechado su vida como a mi me hubiera gustado (no me funciona cuando son más jóvenes o más viejos), me pongo de muy mala leche y lo pago con ellos; como si tuvieran la culpa de mis sensaciones de fracaso. Hoy le ha tocado a Justo Navarro. En fin, qué más da, porque la envidia es la sensación más estéril y estúpida que se pueda padecer. Al menos, a Justo Navarro, si conociera este escrito, le traería sin cuidado lo que yo pueda decir sobre él.
12 AGOSTO 2007
© 2004 pepe fuentes