Fotografié rostros que no me fascinaron, aunque sí provocaron mi mirada y la de mi vieja cámara pequeña. Fotografiar es uno de los pocos recursos que tengo para acercarme a la carne y la entraña de una aparente verdad; pero que también es una inmensa mentira.
Sin contar
queda la historia
de las caras
vueltas hacia otro lado.
W. G. Sebald