16 OCTUBRE 2009

…Más tarde, cuando revelé, las sensaciones se desdibujaron un poco porque en las fotografías no aparecía todo lo que creí ver. Les faltaba algo; la atmósfera, el olor, un inaprensible matiz de luz. Busqué alarmado entre las decenas de tomas que hice y no encontraba el misterioso equilibrio de luz, formas y melancolía que estaba seguro que había percibido y fotografiado. Me ocurre con frecuencia: toma apasionada y resultados fríos, planos, tediosos. A veces, todo lo contrario. Lo inesperado aún es posible en mis fotografías. Cuando compuse y enfoqué no vi la única palabra erected, en la lápida de la izquierda. No me resulta fácil interpretar los enigmas, pero los busco, por si alguno se revela, y si no, al menos, me llevo los indicios, encerrados en mis viejas cámaras, que no son otra cosa que armas de un inocuo cazador obstinado…