Cuando miraba los objetos, pensaba: ¿Qué es lo que estoy buscando en realidad? Entonces comencé a comprender que estaba buscando cualidades. Las cualidades eran, simplemente la naturaleza o el carácter que pertenecían o distinguían a una cosa. Una de las primeras cosas que descubrí es que todos los objetos tenían cualidades espaciales.» Wynn Bullock. Y, accidentalmente, presencias y ausencias. Todo cuenta. El fotógrafo organiza el escenario mental o intuitivamente y espera a que las cosas sucedan. Estuve en ese atrio más de una hora. Podría haber sido más paciente y esperar y esperar. Quizá otras composiciones habrían añadido o perfeccionado la expresión de las cualidades fotográficas que sin duda tenía ese espacio, rebosante de luz a presión y de «otras cosas» que podían verse o intuirse; o tal vez no. Depende de la visión y la percepción de cada uno. Lo que no sucedió en mi tiempo en ese sitio, nunca tendrá lugar para mí. A las fotografías itinerantes sólo les concedo un tiempo limitado. No puedo romper el equilibrio del deambular incesante del día. En esa limitación radica parte de los valores netamente fotográficos: la acción fotográfica se desarrolla en un preciso momento y no en otros. No puede ser de otra forma; ahí estriba parte de su grandeza o miseria. No se puede parar; un poco más adelante habrá otro escenario (o no), que antes de que el sol se ponga tendrá algo que decirme.
11 DICIEMBRE 2009
© 2009 pepe fuentes