…En una de las conversaciones telefónicas que mantuvimos hace un año, me dijo que todavía esperaba volver a España, aún siendo consciente de que no podría hacerlo. También: -estoy completamente ciega, pero no importa porque tuve mucho tiempo para ver. Ahora mi vida es distinta a la que siempre tuve, percibo las cosas desde otra dimensión, desde la oscuridad, y esa es una manera de sentir muy intensa. Es como si estuviera viviendo una vida nueva, diferente. Necesito crear el mundo de nuevo y es apasionante. Estoy bien, con ánimo, me tratan bien, vienen a cuidarme cada día y me hace mucha ilusión salir a pasear dos veces a la semana- Harumi vivía en un pequeño apartamento donde tenía un pequeño baño y una sala dormitorio donde sólo cabía la cama, una pequeña mesa y una silla. Ella no necesitaba más. Dormía a las ocho de la tarde y se despertaba mucho antes de amanecer. Despierta, la oscuridad continuaba, día y noche. William C. Williams dijo, a propósito de su madre que también perdió la vista: «los sueños sustituían a la visión». También Harumi soñaba y soñaba con volver aquí, a su casa; en Kioto ya no la tenía. Vivía extrañando todo lo que la rodeaba…
fotografía: una de las calles en las que vivieron Harumi y Masao Shimono.
12 FEBRERO 2010

© 2009 pepe fuentes