Otro aspecto de la magia del laboratorio: los retratos. Una vez que revelo los negativos, efectuó una selección y escaneo, analizo los positivos en pantalla y a partir de ese análisis determino qué fotografías quiero tener en papel fotográfico. Bien, lo que estaba claro sobre pantalla, resulta que no lo está sobre la copia de laboratorio: falta expresión, no encuentro lo que buscaba. Introduzco otro negativo en la ampliadora, que no había considerado antes, positivo y, ¡oh sorpresa!, ahí está la fotografía; he necesitado el anticuado proceso físico químico para encontrar lo que buscaba.
23 FEBRERO 2010
© 2009 pepe fuentes