La cita de ayer, de Rafael Chirbes, por el que siento una creciente admiración, la encontré, azarosamente, en su libro Mediterráneos. Había terminado, sobrecogido por la intensidad de su escritura: En la Orilla, libro del que si quiero aprehender algo de la riqueza, complejidad y sabiduría que ofrece en cada página; de su genial interpretación de la vida de una sociedad y de unos personajes que se te adhieren al ánimo como ventosas ominosas e insoportablemente próximas; de las miserias que te aluden en cada línea, de la interpelación que Chirbes te propone en cada página. Tendré que releerlo como mayor concentración y entrega. Aunque duela.
3 ABRIL 2014
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