18 ABRIL 2014

DIECIOCHO DE Marzo…por fin me animé a salir de mi casa. Decidí acercarme a un lugar abandonado y observé mi decisión con suspicacia y enfado. Me dije: –ya estás con lo de siempre-. No me hice caso y seguí con la idea. Me excusé diciéndome: -ahora que estás leyendo con entusiasmo «Kassel no invita a la lógica», donde, al parecer (según cuenta Enrique), algunas obras parecen escatológicas, y donde, un artista chino ha sido capaz de importar un inmenso montón de basura, descargarlo en un parque y sembrar patatas, o flores, o lo que coño sembrara y eso resulta ser arte de la más ultimísima vanguardia, por qué no vas a ir tú a lugares abandonados, repletos de basura, para también participar del mismo espíritu vanguardista? Eso sí, con la particularidad de que no me la llevo  a ninguna parte (bueno, a veces sí), sino que solo la fotografío-. Así que, inspirado por Kassel y por Enrique Vila Matas, me fui a un edificio abandonado al que tenía echado el ojo hacía tiempo…