HISTORIAS DE UN HOMBRE SIN HISTORIA. La pesca, los peces muertos y los pájaros invisibles II:
Nada en especial estaba sacando (o pescando) de mi esforzada -ida y vuelta- hasta que poco antes de acabar mi improductivo peregrinaje me tropecé con un pez reseco. Muerto. Eran las doce de la mañana, aún me quedaba mucho tiempo antes de volver a mi casa y me dije: -fotografía el pez reseco, pepe, nada tienes mejor que hacer ahora y así, al menos, no te irás de este lugar sin haber pescado nada, aunque solo sea un espectro de pez-. Eso hice. A pesar del tiempo e interés que dediqué al asunto no conseguía encontrar el tono y la forma. Hice varias tomas pero ninguna me parecía adecuada a mi gusto. Después de un buen rato me harté y abandoné el propósito y el pez. La pregunta era: ¿merece la pena empeñarse en algo que no se tiene claro? Y la respuesta es: ¡¡¡y yo que sé; unas veces sí y otras no!!! El problema es que nunca sé cuándo debe ser Sí o No…
6 NOVIEMBRE 2014
© 2014 pepe fuentes